Zeineb, de 40 años, hará todo lo posible para casarse con su novio italiano, no musulmán, una carrera de obstáculos en Túnez a pesar de la reciente derogación de una circular que prohibía este tipo de matrimonios.
"Nunca pensé que mi boda con un no musulmán sería tan complicada", explica esta mujer que vive en la localidad costera de Hammamet, en el noreste del país.
En septiembre pasado, Túnez abolió una circular de 1973 que prohibía a una mujer casarse con una persona no musulmana. El presidente, Beji Caid Esebsi, había anunciado esta medida a mediados de agosto durante la fiesta nacional de la mujer.
Pero pese a la derogación, Zeineb no logró encontrar en su ciudad a un notario que acepte casarla con Sergio, un italiano de 68 años. En Túnez, los matrimonios civiles se celebran en el ayuntamiento o en las oficinas de un notario.
"Me puso en contacto con varios de ellos, pero ninguno aceptó casarme porque mi novio no es musulmán. Algunos me respondieron que celebrar este tipo de matrimonios iba en contra de sus principios y convicciones", lamenta.
"La ley permite casarme con una mujer tunecina sin que yo me convierta al islam, pero las personas que deberían participar en la boda me impiden que ejerza este derecho", asegura indignado Sergio, director de una fábrica, en declaraciones.
Según la Asociación Tunecina de Apoyo a las Minorías (ATSM), el de Zeineb no es un caso aislado. Al menos otras dos parejas tuvieron el mismo problema en los últimos meses y varios notarios se niegan a casar a tunecinas musulmanas con una pareja que no sea de la misma religión.
"Ponen sus convicciones religiosas por encima de la ley", lamentó Yamina Thabet, presidenta de la ATSM. "El ministerio de Justicia debería asumir sus responsabilidades y obligar a todos los notarios a aplicar la ley", insistió.
"Inadmisible"
Dos notarios que no quisieron casar a Zeineb aseguraron que no leyeron ninguna ley que permita el matrimonio entre una tunecina y un no musulmán. Sin embargo, el ministerio de Asuntos Locales confirmó el lunes que envió a todos los gobernadores y alcaldes de Túnez el nuevo texto.
"Lo que le pasa a esta pareja es inadmisible", dijo la conocida militante feminista Bochra Belhaj Hmida. "Que un notario deniegue el matrimonio a una tunecina y a un no musulmán, es un comportamiento irresponsable", añadió la activista, que dirige la comisión presidencial de derechos y libertades individuales.
Esta comisión propuso recientemente despenalizar la homosexualidad y garantizar la igualdad entre hombres y mujeres en el derecho sucesorio.
Túnez es un referente en el mundo musulmán en materia de derechos de las mujeres, tras la aprobación en 1956 de un nuevo código de familia inspirado en el francés, que abolió la poligamia y el repudio, entre otras medidas.
Con información de AFP
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