El próximo viernes el mundo asistirá a uno de los fenómenos astronómicos más impresionantes de nuestra era: el eclipse total de Luna más largo del siglo XXI, que teñirá de rojo el satélite de la Tierra, y la ubicación de Marte en su punto más cercano al planeta azul.
Las mejores plateas para observar esta "coincidencia de fenómenos infrecuente e interesante", según palabras del astrónomo Pascal Descamps, las tendrán quienes se encuentren en África, Medio Oriente y puntualmente en la India, aunque se podrá ver desde Europa, Asia y parcialmente en Australia y América del Sur. Es decir, que solo quienes vivan en la mitad del planeta podrán apreciarlo.
Aunque el invierno austral puede complicar la observación del fenómeno, el mismo será visible en la penumbra crepuscular del viernes en la costa oriental del continente: Brasil, Uruguay y Argentina.
El espectáculo, que durará una hora y 43 minutos, podrá observarse a simple vista, sin ningún peligro. Pero los prismáticos, lentes y telescopios permitirán disfrutarlo aún más.
El fenómeno completo (incluida la fase de penumbra) comenzará a las 17:14, hora GMT, y concluirá a las 23:28, hora GMT. Sin embargo, comenzará realmente a las 18:24 GMT, cuando parecerá que la Luna tiene un mordisco de sombra. El momento más cautivador -la Luna completamente en el cono de sombra proyectado por la Tierra- comenzará a las 19:30 GMT.
Para que se produzca un eclipse de Luna tiene que haber una alineación casi perfecta del Sol, la Tierra y la Luna. Cuando nuestro planeta se sitúa entre el astro y la Luna, proyecta su sombra sobre nuestro satélite natural.
El viernes, la Luna, que estará en plenilunio, irá entrando poco a poco en la penumbra y después en la sombra, en la que ingresará completamente para después ir saliendo progresivamente.
"Miniluna"
"Es una réplica del eclipse del 16 de julio del 2000, que duró 1 hora y 46 minutos, convirtiéndose en el eclipse de luna más largo del siglo XX (que terminó el 31 de diciembre del 2000)", señala Pascal Descamps.
Se tratará del segundo eclipse total de Luna de 2018, después del ocurrido el 31 de enero. En aquella ocasión se trataba de una "superluna", porque el satélite tenía la apariencia de ser especialmente grande.
La del viernes, en cambio, será una "miniluna", ya que se encontrará casi en el punto más alejado de la Tierra y dará la sensación de tener un tamaño menor. También por eso, le llevará más tiempo atravesar el cono de sombra.
Al estar privada de los rayos del Sol, la Luna se ensombrecerá y se teñirá de rojo. Este color se explica por el hecho de que la atmósfera terrestre desvía los rayos rojos de la luz solar hacia el interior del cono de sombra, y la Luna puede reflejarlos.
Según las condiciones atmosféricas y, especialmente, la contaminación, la Luna podrá adquirir un gris rojizo muy oscuro, o teñirse de un rojo más intenso si no hay partículas en la atmósfera.
El otro protagonista de la noche será el planeta Marte, que estará a solo 57,6 millones de kilómetros de la Tierra (el mínimo de distancia se alcanzará el 31 de julio).
Hace 15 años que la apariencia de su diámetro no es tan grande. Y habrá que esperar hasta 2035 para ver el planeta rojo tan cerca.
A simple vista solo se verá un punto brillante, pero con lentes o un telescopio será posible observarlo en detalle.
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