Hackers rusos lograron obtener acceso a las redes de energía eléctrica de los Estados Unidos el año pasado,por medio del cual podrían haber causado apagones masivos en el país, de acuerdo con fuentes en el Gobierno citadas el lunes por el periódico The Wall Street Journal.
Los ciberagentes que participaron en el ataque trabajaban para el grupo Dragonfly, también conocido como Energetic Bear, que cuenta con apoyo del gobierno de Rusia. Solo en 2017 se jactaron de haber tenido "cientos de víctimas", indicaron los funcionarios del Departamento de Seguridad Nacional citados en condición de anonimato.
Los hackers usaron herramientas convencionales de su oficio, tales como el phishing o watering hole, por las cuales se engaña a una víctima a través de un e-mail para que entregue sus contraseñas y obtener así el ingreso a redes corporativas de proveedores, lo cual les permitió entrar en la red de infraestructura eléctrica de los Estados Unidos.
Al momento, el Departamento de Seguridad Nacional no ha emitido una respuesta oficial ante el informe del Wall Street Journal.
Pero esta cartera del Gobierno del presidente Donald Trump planea realizar cuatro reuniones internas sobre el tema y está buscando evidencias de que los rusos hayan intentado automatizar sus ataques.
No estaba claro, señalaron los funcionarios al periódico, si estas acciones se estaban realizando en preparación para un futuro ataque, aún más grande.
La publicación del informe llega en medio de fuertes tensiones entre Washington y Moscú por espionaje y ciberataques. A principios de julio, un jurado federal de los Estados Unidos imputó a 12 oficiales de inteligencia rusos por hackear las redes de la candidata demócrata a la presidencia, Hillary Clinton, y del Partido Demócrata, en 2016.
El fiscal Robert Mueller, a cargo de la investigación, está indagando en el rol de Rusia en estas elecciones de 2016 y si efectivamente el candidato republicano Donald Trump, que salió victorioso, conspiró con Moscú, como acusan sus detractores.
Rusia, en cambio, niega cualquiera denuncia en su contra, mientras que Trump ha rechazado la existencia de cualquier conspiración.
En otro caso, en principio no relacionado, la semana pasada la estudiante rusa Marii Butina fue arrestada en Washington y acusada de ser agente del Gobierno de Rusa y de cometer actos de espionajes.
La joven, que llegó a los Estados Unidos y vive allí desde 2016 para cursar una maestría, había trabajado para un alto funcionario ruso vinculado al presidente ruso Vladimir Putin, y durante su estancia en el país cultivó vínculos con miembros del Partido Republicano y la Asociación Nacional del Rifle, un grupo de presión cercano a esta fuerza política.
(Con información de Reuters)
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