La devastadora ola de incendios que azota Grecia desde este lunes superó en dos jornadas el medio centenar de muertos, acercándose a las fatídicas cifras del verano de 2007, cuando 64 personas perdieron la vida en los más de 3.000 incendios registrados en la península del Peloponeso.
Fuerte calor
El país, como gran parte de Europa, vive una ola de calor, con temperaturas de hasta 40 ºC, lo que facilita la propagación del fuego. Según los servicios meteorológicos, las condiciones seguirán siendo complicadas este martes. En total se han registrado en las últimas 24 horas 47 incendios forestales y más de 70 urbanos en toda Grecia.
Después de que las autoridades declararan el estado de emergencia y solicitaran ayuda internacional, el portavoz del Gobierno, Dimitris Tzanakópulos, anunció que llegarán aviones de extinción y bomberos desde España, así como de Chipre.
El viento empeora la situación
Las tareas de extinción continuaron durante toda la noche, pero se vieron dificultadas por los fuertes vientos que alcanzaron fuerza siete en la escala de Beaufort, que han avivado las llamas e hicieron que los fuegos se extendiesen con rapidez por zonas habitantes, evitando que la gente que estaba en sus casas o en sus autos pudiese huir, agregó Malliri.
"Fuimos desafortunados. El viento cambió y el fuego se nos vino con tanta fuerza que arrasó la zona costera en minutos", dijo Evangelos Bournous, alcalde de la ciudad portuaria de Rafina, una tranquila zona desde la que se viaja a islas turísticas griegas.
Los vientos alcanzaron los 80 kilómetros por hora, mientras las autoridades utilizaban toda su flota de aviones y helicópteros cisterna para dar a los residentes tiempo para escapar. Drones militares permanecían en el aire entre los ventarrones para apoyar a las autoridades en la movilización de más de 600 bomberos en tierra.
La topografía del lugar
Alrededor de Atenas, la mayoría de las víctimas se registraron en Mati, un balneario situado a unos 40 km al este de la capital, donde hay numerosas viviendas rodeadas de bosques de pinos.
Además, las rutas de evacuación se vieron colapsadas por la cantidad de vehículos, muchos de los cuales no lograron salir del lugar a tiempo.
Casi todas las víctimas "murieron en las viviendas o en los autos", declaró el portavoz del Gobierno griego Dimitris Tzanakopoulos.
Refugio peligroso
Muchas de las viviendas afectadas están a menos de un kilómetro del mar, por lo que el agua es una ruta de refugio para los residentes que ven bloqueadas las rutas y llegan corriendo en pánico. En medio de la desesperación, algunos fallecieron al escapar de las llamas.
Al menos cuatro personas fueron halladas muertas en el mar. Las autoridades portuarias indicaron que se trataba de tres mujeres y un niño.
El alcalde Bournous señaló en unas declaraciones a la cadena pública de televisión ERT que cerca de 700 personas fueron trasladadas en barcos desde playas situadas cerca de Rafina hacia otras zonas seguras.
Actividades sospechosas
El primer ministro griego, Alexis Tsipras, redujo la duración de un viaje a Bosnia para regresar a su país a controlar la situación. Tsipras exhortó a las personas que viven en las zonas más afectadas por los incendios a "recordar que lo más importante es la vida" y a no arriesgarla por el deseo de proteger los bienes a toda costa.
El primer ministro griego dijo estar "preocupado por el hecho de que estos focos se hubieran desencadenado en paralelo", lo que daba a entender que sospechaba que los fuegos podrían tener un origen criminal.
(Con información de AP, AFP y EFE)
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