Cuando Shridhar Chillal decidió dejar crecer las uñas de la mano izquierda, en 1952, en Argentina fallecía Eva Perón y en Helsinki se celebraban los Juegos Olímpicos. También Inglaterra probaba su primera bomba atómica y Estados Unidos y la Unión Soviética estaban en su carrera por el poder mundial, militar y tecnológico en la llamada Guerra Fría.
Pasaron 66 años y muchas cosas cambiaron en el mundo, pero las uñas de Chillal, largas, curvas y amarillentas permanecían igual. El hombre ostentaba el récord Guinness por obvias razones.
Pero Chillal, originario de Pune, India, decidió no ser más el hombre con las uñas más largas del mundo y en una ceremonia celebrada en Ripley's Believe It or Not! en Nueva York le cortaron en 20 minutos lo que le costó décadas dejar crecer.
El hombre de 82 años se dejó crecer las uñas cuando tenía 14 años. En aquel momento, de manera accidental, rompió una uña larguísima de un profesor que se la había dejado crecer con mucho cuidado. El maestro le dijo al joven Chillal que él no podía comprender el cuidado que había que tener con una uña larga al menos que se la dejara crecer.
Y así fue. El indio se sintió retado, o quizás inspirado, por lo que le dijo su maestro, tanto así que las uñas de su mano izquierda llegaron medir casi nueve metros de largo. Su uña más larga era la del dedo pulgar.
Sin embargo, cargar con uñas tan largas no era un tarea fácil, ya que eran tan frágiles que hasta el natural acto de dormir le resultaba incómodo.
"No me puedo mover mucho, entonces cada hora y media tengo de despertarme y mover mi mano al otro lado de la cama", cuenta Chillal.
El indio primero intentó cortarse las uñas con un alicate grande, pero no pudo. Para poder lograrlo, un doctor utilizó una amoladora.
"Tenía un poco de miedo que mi estatus de celebridad se esfumara, pero hoy después de estar aquí me di cuenta que me convertí en una verdadera celebridad. Ahora, mis uñas serán recordadas y por siempre podrán ser vistas por personas de todo el planeta", dijo Chillal.
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