A menos de un año de la fecha límite para que el Reino Unido se separe de la Unión Europea, Londres presentó este jueves su plan para llevar adelante el brexit, propuesta que debe ser admitida por el bloque continental y que motivó la renuncia de dos figuras claves del movimiento aislacionista.
El plan fue acordado por el gabinete de la primera ministra, Theresa May, el pasado viernes en su residencia oficial de Chequers, al noroeste de Londres, si bien poco después dos ministros dimitieron por desacuerdos: Davis y el entonces titular de Exteriores, Boris Johnson.
La respuesta de Bruselas será clave para determinar la evolución del Gobierno británico, que podría afrontar otra crisis interna si vuelven a estancarse las negociaciones.
Acuerdo comercial
En el prólogo, se prevé plantear a Bruselas la creación de un área de libre comercio para bienes "sin fricciones" con los 27 países del bloque europeo.
Según explicó Dominic Raab, el nuevo ministro para la salida británica de la UE, el plan "sacará al Reino Unido del mercado único y la unión aduanera" y otorgará a Londres "la flexibilidad que necesita para firmar nuevos acuerdos comerciales en todo el mundo", demandas de los partidarios de un "brexit" duro.
Para facilitar el comercio, se mantendrá, además, un "libro de reglas" común para que los productos tengan las mismas exigencias tanto en el Reino Unido como en la Unión Europea, facilitando las importaciones y exportaciones.
En cuanto al sector financiero, el plan alista "una asociación más flexible" con la UE, en vez de la propuesta original del gobierno de "un reconocimiento mutuo" de las reglas británicas y europeas tras la salida del bloque en marzo, según el Financial Times.
Fin de la libre circulación de personas
El plan buscar poner fin a la libre circulación de personas, planteando un nuevo sistema migratorio, con detalles todavía en suspenso.
Según informa el documento, se buscará atraer a "las mejores y más brillantes" personas de la Unión Europea, dando a entender que intenta poner fin a la llegada de indocumentados y personal no capacitado.
Según indican, las disposiciones buscan ayudar a las empresas a contratar al "personal correcto", permitir a ciudadanos viajar sin necesidad de visa para turismo o visitas de negocios, y ayudar a jóvenes a estudiar en el exterior.
Plan de seguridad
El texto plantea que las autoridades y fuerzas policiales continúen compartiendo información de inteligencia para protección ciudadana.
En ese sentido, el Reino Unido mantendría su participación en agencias como la Europol, se alentaría la coordinación en política exterior y defensa y se continuaría con medidas de seguridad como la Orden de Detención Europea.
A su vez, contempla medidas conjuntas como la aplicación de sanciones a otros estados o individuos.
Soberanía judicial
Asimismo, el gobierno de Theresa May quiere escapar al sistema judicial europeo. Los litigios que afectaran al Reino Unido y los 27 países de la UE se resolverían en las cortes británicas de ocurrir en el país, y en las europeas si ocurrieran fuera.
De esta forma, la Corte Europea de Justicia ya no tendría jurisdicción sobre territorio británico.
Durante el proceso de separación, Londres y Bruselas establecerían un órgano político y un comité técnico de supervisión, y deben acordar un mecanismo para la resolución de disputas.
(Con información de EFE y AFP)
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