Ejecutaron a Shoko Asahara, el líder del culto japonés responsable de la masacre con gas sarín en el metro de Tokio en 1995

El jefe de la secta Verdad Suprema (Aum Shinrikyo) había sido condenado a muerte en febrero de 2004. Su ataque provocó 13 muertes y 6.300 intoxicados con el agente nervioso

Guardar
Shoko Asahara, líder del culto
Shoko Asahara, líder del culto japonés Aum Shinrikyo

Shoko Asahara, el ex gurú de la secta Aum condenado a muerte por su papel en el ataque con gas sarín perpetrado en el metro de Tokio en marzo de 1995, fue ejecutado el viernes por la mañana, anunció el portavoz del gobierno.

Otros miembros de la secta también fueron ahorcados el viernes por la mañana, o lo serán, según medios japoneses. El ministerio de Justicia no confirmó de momento esas informaciones sobre otras ejecuciones, difundidas por televisiones y agencias de prensa niponas.

Es la primera vez que se anuncia la ejecución de uno o varios de los antiguos miembros de la secta Aum Verdad Suprema.

La probabilidad de que los ex miembros de la secta Aum condenados fueran ejecutados aumentó en los últimos tiempos con el desplazamiento de varios de ellos.

Shoko Asahara, autor intelectual del atentado en
Shoko Asahara, autor intelectual del atentado en Tokio en 1995

Shoko Asahara (cuyo verdadero nombre era Chizuo Matsumoto) esperaba desde hacía años en el corredor de la muerte, como 12 cómplices implicados en el atentado con gas sarín que le costó la vida a 13 personas y causó diversas lesiones, algunas irreversibles, a otras 6.300.

Cerca de otros 190 miembros de la secta también fueron condenados en varias sentencias a raíz de ese atentado, el peor jamás ocurrido en Japón.

El 20 de marzo de 1995, según un procedimiento muy pensado, varios miembros de la organización oculta Aum Verdad Suprema, creada por Shoko Asahara, vertieron gas sarín en vagones del metro de la capital.

Habían colocado bolsas de plástico llenas de gas sarín en cinco trenes del metro de Tokio. Agujereadas con la punta de los paraguas, las bolsas dejaron escapar el veneno.

El gas nervioso esparcido por
El gas nervioso esparcido por miembros de la secta en el metro de Tokio en la hora de mayor tránsito de la mañana del 20 de marzo de 1995 hizo estragos

En un primer momento, nadie entendía lo que estaba ocurriendo aquella mañana, en plena hora punta, cuando varios pasajeros salían ahogándose, sin ver nada, de varias bocas de metro de las líneas atacadas.

Un tiempo antes, en lo que pareció ser una suerte de ensayo de los efectos del gas, siete personas murieron en la ciudad de Matsumoto, en el centro del país, y otras 600 sufrieron diversas lesiones, algunas de las cuales, definitivas.

En diciembre de 1999, la secta Aum admitió por primera vez oficialmente su responsabilidad en el atentado contra el metro de Tokio y el de Matsumoto, y se disculpó.

La primera pena capital por el atentado de 1995 se emitió en 1999.

El ataque ocurrió en la
El ataque ocurrió en la estación Kasumigaseki, cuando los fanáticos pincharon bolsas plásticas con sarín dentro de los vagones

El viernes, familiares de las víctimas reaccionaron.

"Han hecho falta 23 años desde el atentado para que se ejecutara la pena, desgraciadamente, los padres de mi marido, que murió en el atentado, fallecieron antes", lamentó ante la cadena pública NHK Shizue Takahashi, esposa de un empleado de la estación, muerto en el atentado, y presidenta de una asociación de víctimas.

La ley japonesa precisa que los condenados a pena de muerte deben ser ejecutados en los seis meses consecutivos a la confirmación de su sentencia, pero en la práctica suelen pasar años en el corredor de la muerte.

De todas maneras, este no
De todas maneras, este no fue este el único ataque del culto. En total se le atribuye 27 muertes en diferentes atentados en Japón.

La secta logró fabricar importantes cantidades de gas sarín en un laboratorio. Se trata de un producto mortal creado por científicos bajo el régimen nazi en Alemania a finales de los años 1930.

Antes del atentado del metro de Tokio, que conmocionó profundamente al país y dejó secuelas, Japón asistió con una mezcla de fascinación y angustia al nacimiento y posterior crecimiento de Aum en los años 1980 y 1990. La secta atrajo hasta 10.000 fieles.

El jefe místico Asahara pasaba de los programas de televisión a los estrados durante las campañas electorales, captando la atención de los ciudadanos, incluyendo jóvenes científicos de alto nivel, médicos, abogados y otros miembros de las élites del país.

La justicia nipona ha procesado
La justicia nipona ha procesado a unos 190 miembros de la secta por los atentados y otros crímenes relacionados, emitido seis condenas de cadena perpetua y confirmado 13 penas de muerte

Con información de AFP

MÁS SOBRE ESTE TEMA:

Guardar