El gobierno chino advirtió este martes a la Casa Blanca que está lista para atravesar la aparentemente inevitable guerra comercial entre las potencias, a tres días de que comiencen a regir los aranceles anunciados por Estados Unidos.
Según informó la Cancillería, China estará "plenamente preparada para tomar un paquete de medidas necesarias" en defensa de sus intereses nacionales.
El pesimismo, además, aumentó entre los inversionistas después de que el Gobierno de Donald Trump recomendara que se deniegue a China Mobile, el mayor operador de telefonía del mundo, la licencia para operar en el país.
"Urgimos a EEUU a que abandone la mentalidad de la Guerra Fría y el juego de suma cero. Deben ver este asunto de la forma correcta, no deben especular ni reprimir a las compañías chinas de esta manera", subrayó Lu Kang, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, en rueda de prensa.
Se desvanecen así las esperanzas de que las dos primeras economías mundiales alcancen una acuerdo esta semana antes de que Washington empiece a cobrar aranceles sobre importaciones chinas por valor de 34.000 millones de dólares. Beijing ha prometido tomar represalias por el mismo monto.
En Estados Unidos, una gama de empresas desde destilerías de whiskey hasta fábricas de automotores podrían verse afectadas por las represalias chinas.
De momento, las medidas del banco central chino no han conseguido calmar a las bolsas ni convencer a los analistas. Todo ello ha puesto a las autoridades asiáticas en una situación compleja, en la que por un lado intentan apoyar a la economía y las empresas, facilitando el préstamo, y por otro quieren reducir el nivel de deuda global del país.
La combinación del endeudamiento colosal, las quiebras constantes de empresas, la agitación en la bolsas y las tensiones comerciales podrían provocar "pánico financiero", advirtió el National Institution for Finance and Development, un influyente gabinete estratégico chino.
(Con información de AP, EFE y AFP)
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