El dictador norcoreano Kim Jong-un ordenó la ejecución de un oficial de su ejército por "abuso de autoridad" luego de que se descubriera que había distribuido alimentos y combustible entre las familias de los soldados a su cargo, según informaron fuentes en Corea del Norte al portal Daily NK.
El juicio militar tuvo lugar el 25 de abril y la ejecución, por fusilamiento, se llevó a cabo el 22 de junio, hace menos de dos semanas.
La revelación llega días antes de que Kim se reúna con el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, en la última de una serie de medidas de distensión entre ambos países que parece haber alejado la posibilidad de la guerra, por ahora, en la península coreana tras un 2017 marcado por las amenazas cruzadas.
Pero la ejecución de Hyon Ju Song, un teniente general del Ejército Popular de Corea del Norte con un alto puesto en el departamento de logística y una prometedora carrera en el Partido Comunista, reaviva el recuerdo de las numerosas y brutales ejecuciones que Kim ha ordenado desde su llegada al poder en 2011 y para mantener su régimen, y de las que ni siquiera se salvó su tío Jang Song-thaek.
De acuerdo a una segunda fuente citadas por Daily NK, un periódico surcoreano que cuenta con una red de informantes en Corea del Norte, la debacle de Hyon comenzó el 10 de abril cuando una inspección general de las reservas de combustible en la Estación de Lanzamiento de Satélites de Sohae, en la costa oeste, mostró un faltante.
Como el área estaba bajo el control de Hyon, fue interrogado y, según la fuente, aceptó su responsabilidad y justificó: "Ya no tenemos que sufrir y ajustarnos el cinturón para hacer cohetes y armas nucleares".
De esta forma el teniente general hacía referencia directa al proceso de distensión que ya estaba en marcha en ese momento y que alcanzó luego su punto máximo con la reunión entre Kim y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en Singapur a comienzos de junio.
Tras el encuentro Pyongyang aceptó poner un freno a su programa de pruebas nucleares y misiles balísticos, mientras que Washington accedió a frenar sus maniobras militares con Corea del Sur. Hasta el momento, ambas partes parecen estar cumpliendo.
Al parcer Hyon dio instrucciones para que una tonelada de combustible, 580 kilogramos de arroz y 750 kilogramos de maíz provenientes de los almacenes del ejército fueran distribuidos a los soldados a su cargo en la estación de Sohae y sus familias.
El Alto Mando norcoreano enseguida vio estas acciones como un "abuso de autoridad" y una violación de los principios del Partido Comunista de Corea del Norte, que establece la prioridad de los asuntos militares por sobre los civiles.
Una segunda fuente reportó al Daily NK que el mismo Kim Jong-un se mostró furioso cuando recibió la noticia e inmediatamente ordenó que fuera fusilado.
"El envenenamiento ideológico que constituye la idolatría personal está corrompiendo al personal del Ejército Popular, debemos cortar este brote", habría dicho el dictador.
En consecuencia Hyon fue sometido a un juicio rápido frente a autoridades del Partido Comunista y el Ejército en la Academia Militar de Kang Kon, en los alrededores de Pyongyang, donde luego fue fusilado por un pelotón compuesto por otros condenados a muerte.
La última ejecución pública de un miembro del Partido Comunista por presunta insubordinación de la que se tiene registro ocurrió en 2016, cuando el entonces Ministro de Eduación, Kim Yong Jin, fue fusilado por "faltar el respeto" durante una reunión.
Un año antes el entonces Ministro de las Fuerzas Armadas Populares,
Hyon Yong-chol, fue también ejecutado, presuntamente por dormirse en un encuentro con Kim. Para matarlo utilizaron una ametralladora antiaérea.
Pero quizás las dos muertes más famosas, ocurridas en los primeros años del mandato heredado por el dictador en 2011 tras el fallecimiento de su padre, fueron las de su tío Jang Song-thaek y un colaborador cercano de éste, O Sang-hon, en 2013 y 2014
Ambos tenían cargos del más alto nivel en el gobierno norcoreano y podrían haber constituido una amenaza para el joven Kim de poco más de 30 años que tomó las riendas del país y salió a mostrar sus intenciones de retenerlo a toda costa.
De hecho, de acuerdo a un reporte publicado por el periódico japonés Nikkei Asian Review, Kim reaccionó de esta manera a un supuesto complot de su tío para dar un golpe de Estado y reemplazarlo con su hermano Kim Jong-nam, asesinado en Malasia el año pasado en circunstancias muy confusas.
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