Más de 200 personas fueron asesinadas en las planicies centrales de Nigeria durante el fin de semana, indicó este miércoles el gobernador del estado de Plateau, en una masacre que ha resultado ser aún peor de lo reportado en un principio.
Simong Lalong aseguró que los violentos choques entre campesinos y pastores, que además encierran un conflicto entre musulmanes y cristianos, se saldó "con la dolorosa pérdida de 200 personas", en declaraciones realizadas luego de mantener un encuentro con el presidente Muhammadu Buhari.
La policía había reportado el lunes la muerte de 86 personas, aunque fuentes locales dentro de las comunidades afectadas ya hablaban de cientos de asesinados.
Un grupo de pastores nómades de la etnia fulani, en su mayoría musulmanes, son los principales sospechosos de recorrer en grupos de entre 20 y 30 motociclistas los campos del llamado "cinturón verde" de Nigeria, matando a los campesinos, mayormente cristianos.
Pero una asociación que representa a los pastores negó cualquier responsabilidad de la comunidad en las matanzas.
El conflicto, el último de una serie de episodios violentos en Nigeria en los últimos meses, tiene su origen en las tensiones propias entre pastores nómades y campesinos sedentarios, que compiten por el acceso a la tierra para sus diferentes, y contrarias, actividades de subsistencia, y los problemas que el cambio climático ha generado para ellos.
Pero la diferencia entre musulmanes y cristianos ha contribuido también a aumentar la violencia.
Lalong consideró también que "elementos criminales" estaban exacerbando las tensiones, acusando a los "mercaderes del conflicto" que se dedican al robo de ganado y al tráfico de armas, entre otras actividades delictivas.
Por su parte, el presidente Buhari, quien llegó al poder en 2015, ha prometido luchar contra la inseguridad que afecta principalmente a las zonas rurales del noreste del país y que está protagonizada por el grupo terrorista islámico Boko Haram, vinculado con el Estado Islámico (ISIS, en inglés), el cual habría asesinado a por lo menos 20.000 personas desde 2009.
Pero el recrudecimiento de la violencia entre pastores y campesinos, un conflicto mucho más antiguo, ha puesto más presión sobre Buhari de cara a las próximas elecciones de febrero de 2019.
Armas sofisticadas para una "invasión terrorista"
Para muchos, esta situación en el centro productivo del país podría incluso eclipsar a la amenaza yihadista.
Lalong afirmó que en el último ataque perpetrado sobre las planicies centrales se utilizaron "armas sofisticadas" que indicaban una "invasión terrorista".
"Por lo tanto, esto demanda una respuesta justificada como la que se ha iniciado contra la insurgencia de Boko Haram", agregó, haciendo referencia al posible empleo del ejército en la lucha en el centro, como sucede en el norte.
A comienzos de mes, legisladores nigerianos amenazaron con iniciar un proceso de juicio político para destituir a Buhari, acusándolo de fracasar en la tarea de proteger vidas y propiedad privada.
Como respuesta, el presidente de 75 años dijo este martes que seguiría presionando a las fuerzas de seguridad bajo su mando para cumplir con sus responsabilidades, aunque también se defendió de acusaciones "injustas" que han caído sobre él y que apuntan a su falta de voluntad para combatir a los grupos armados, ya que él mismo pertenece a la etnia fulani.
(Con información de AFP)
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