El 4 de junio pasado se conoció que una avión de la aerolínea Low Cost Transavia, que viajaba de Gran Canaria a Amsterdam, debió descender en Portugal. El vuelo HV5666 a debió desviarse cuando los pasajeros no soportaron el hedor de un hombre que "parecía no haberse lavado en semanas".
Olía tan mal que otros pasajeros comenzaron a desmayarse y a vomitar después de que el vuelo despegara de Gran Canaria en España. La tripulación intentó ponerlo en cuarentena en uno de los baños del Boeing 737 antes de que los pilotos se vieran obligados a desviar el vuelo. Pero aún así debieron aterrizar en Faro, en el sur de Portugal, para que el maloliente hombre pudiera ser retirado del vuelo.
"La gente vomitaba, cayó enferma (…) El hedor era gigantesco. El hombre olía fatal. Desde que llegó al pasillo, la gente comenzó a gritar y se puso a buscar pañuelos para tapar las nariz", reveló uno de los pasajeros a bordo del pestilente vuelo.
Después del aterrizaje de emergencia, el pasajero fue sacado a la fuerza del avión y trasladado a una ambulancia. "Un equipo de limpieza tuvo que venir para limpiar todo el avión. Solo entonces podríamos continuar el trayecto. Finalmente llegamos a Ámsterdam dos horas tarde", agregó el testigo.
Ahora se conoce la historia de ese hombre. Varios medios rusos informaron que el pestilente pasajero era el músico ruso Andrey Suchilin, que murió a causa de la grave enfermedad infecciosa que ocasionaba el fuerte hedor. "Andrey se ha ido", escribió una amiga del músico en su Facebook.
Poco después del episodio, el hombre estuvo en la unidad de cuidados intensivos en Portugal hasta que falleció.
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