Con el foco puesto en la temática del "Made in Italy" la firma de moda Dolce & Gabbana se ha asociado nuevamente con el líder en electrodomésticos de alta gama, Smalterie Metallurgiche Emiliane Guastalla, para lanzar una línea de productos para la cocina con precios que seguramente los convertirán en objetos de deseo de los más ricos y, tal vez, más ostentosos del mundo.
Un nuevo refrigerador de estética retro bautizado Frigorifero d'Arte se destaca entre otras vistosas creaciones, entre las que se incluyen una juguera, tostadora y cafetera con el mismo diseño de herencia siciliana. Con un tamaño compacto, la heladera se distingue por su exterior completamente pintado a mano con motivos folclóricos inspirados en los carros coloridos que se pueden ver circular por las calles de la ciudad del sur de Italia.
Sus formas recuerdan a los refrigeradores del pasado, con puntas curvas, una puerta enteriza y su altura de solo un metro cincuenta. Pero el detalle más difícil de obviar es su precio de USD 50 mil, monto que deberá pagarse para llevarse a casa un electrodoméstico que cuenta con un simple espacio destinado a un congelador que debe ser vaciado esporádicamente y a la antigua.
Por obvios motivos, el Frigorifero d'Arte no cuenta con una variedad de competidores en el mercado, no por su gran cantidad de características innovadoras sino por su precio. Su único rival, relativamente cercano, es el Dacor Atelier Edition, con su interior de porcelana pintada a mano y un exterior fabricado en fibras de aramida, el mismo material utilizado para realizar los chalecos antibalas. Su precio de USD 44 mil también lo deja fuera del alcance de simple mortales.
Cualquiera que tenga dicho presupuesto para gastar en un refrigerador muy seguramente lo elija para una casa de verano o la galería de una residencia de playa, en algún destino exótico.
Sus creadores ponen el énfasis en que toda la línea de aparatos engloba más a valiosas piezas de arte que a simples y utilitarios electrodomésticos.
Por su parte, el artista italiano y hombre a cargo del proyecto Michelangelo Lacagnina, asegura haberse inspirado en la tarantella, un baile tradicional de su país.
MÁS SOBRE ESTE TEMA: