La Unión Europea se apresta a imponer el viernes aranceles sobre 3.400 millones de dólares en productos estadounidenses, desde whisky y motocicletas, hasta maní y arándanos. La India y Turquía ya han hecho lo propio con productos estadounidenses, desde arroz hasta automóviles.
Y lo más fuerte está por venir: en dos semanas, los Estados Unidos comenzarán a imponer aranceles sobre 34.000 millones de dólares en productos chinos. Beijing ha prometido tomar represalias de inmediato con sus propios aranceles a la soja y otros productos agropecuarios de los Estados Unidos para castigar directamente a los simpatizantes del presidente Donald Trump en zonas rurales.
El conflicto entre los Estados Unidos y China -las dos economías más grandes del mundo- sin duda crecerá después de eso. La retórica ya se está intensificando.
"Nos oponemos al acto de presión extrema y chantaje con un gran bate de proteccionismo comercial", dijo el jueves el portavoz del Ministerio de Comercio de China. "Los Estados Unidos están abusando del método de aranceles y comenzando una guerra comercial en todo el mundo".
Cecilia Malmstrom, comisionada comercial de la UE, reconoció que el bloque se había enfocado en algunos productos estadounidenses emblemáticos para imponerles aranceles, como las motos Harley-Davidson y el bourbon, con el fin de "hacer ruido" y presionar al Gobierno estadounidense.
John Murphy, vicepresidente sénior de la Cámara de Comercio de los Estados Unidos, calcula que 75.000 millones de dólares en productos estadounidenses estarán sujetos a nuevos aranceles de países extranjeros para fines de la primera semana de julio.
"Nunca hemos visto algo así", dijo Mary Lovely, economista de la Universidad de Syracuse que estudia comercio internacional, "al menos no desde que los países trataron de protegerse a sí mismos de la competencia extranjera durante la Gran Depresión".
Nos oponemos al acto de presión extrema y chantaje con un gran bate de proteccionismo comercial
Los más preocupados son quienes podrían verse más afectados.
"Sería un desastre", dijo Nagesh Balesu, gerente del Bar y Restaurante Salt Whisky, en Londres, quien prevé que los aranceles de la UE aumenten en casi 7 dólares el precio de una botella Jack Daniels, importada de Tennessee.
"Va a afectar a los clientes, eso es seguro. La manera cómo reaccionen, bueno, tendremos que esperar y ver", dijo.
Si bien la guerra comercial de licores podría ser dolorosa, muchos la veían venir.
Trump se postuló como candidato a la presidencia prometiendo desmantelar siete décadas de política estadounidense que había favorecido el libre comercio entre países. Trump argumentó que una serie de acuerdos que fueron mal negociados -como el TLCAN y el acuerdo mediante el cual se admitió a China a la Organización Mundial de Comercio– dejaron a los fabricantes estadounidenses con una desventaja injusta y eliminaron millones de trabajos en la manufactura de los Estados Unidos.
(Con información de AP)
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