Koko murió este martes en Woodside, California, en la sede de la Fundación Gorila (The Gorilla Foundation), creada y dirigida por Francine Penny Patterson. Tenía 46 años y era probablemente el ejemplar más famoso de su especie.
Según Patterson, Koko era capaz de comunicarse con humanos usando unas mil palabras en señas. Además, podía entender 2.000 palabras habladas en inglés.
"La fundación continuará honrando el legado de Koko y proseguirá con su misión y con los proyectos que están en marcha, incluyendo los esfuerzos conservacionistas en África, el gran santuario de simios en Maui (Hawaii), y una aplicación de lenguaje de señas con presentada por Koko, para ayudar a gorilas y a niños", sostuvo la institución en un comunicado, en el que confirmó el deceso del animal.
Koko nació en 1971 en el Zoológico de San Francisco. No tenía un año cuando la separaron de su madre, que debía ser tratada por una grave enfermedad.
En ese momento irrumpió Patterson en su vida. La psicóloga, entonces estudiante de doctorado, quería investigar la capacidad de los simios para hablar por medio de señas, y logró convencer al zoológico de que le presten a Koko para sus estudios.
En poco tiempo, Penny logró enseñarle una versión adaptada del lenguaje de señas, bautizada como "lenguaje de señas para gorilas". De esa manera se comunicaban. La psicóloga le decía cosas, ella aparentemente las comprendía y podía responderle.
No pasó mucho tiempo para que el vínculo excediera lo profesional. La relación se volvió tan estrecha que Patterson adoptó a Koko como a una hija.
"Era pequeña, dulce y creativa. Era como criar un niño", contó Penny en un documental realizado hace unos años por la BBC.
A los siete años, Koko fue la portada de National Geographic con una foto que ella misma se había sacado, apuntando a un espejo. En la publicación, Patterson explicaba que además de comprender el lenguaje, la gorila era capaz de expresar a través de él emociones profundas y complejas.
Esas afirmaciones fueron duramente cuestionadas por otros especialistas en comportamiento animal, que descreen de la capacidad real de los simios de comprender el lenguaje de señas. Herbert Terrace, un prominente científico que realizó un experimento similar con un chimpancé llamado Nim, llegó a la conclusión de que lo que hacen estos animales es solamente copiar los movimientos de los humanos.
Al margen de las controversias, Koko se hizo tan famosa que tuvo recordados encuentros con distintas celebridades. Entre ellos se destacan el actor Robin Williams y Flea, bajista de Red Hot Chili Peppers.
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