Italia redobla su apuesta antimigratoria y cierra los puertos a otro barco con 224 personas a bordo

El nuevo gobierno populista asistirá a la cumbre sobre migración del domingo en Bruselas con una propuesta de mano dura

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La mayoría de los migrantes que llegan a Europa huyen de las guerras (AFP)
La mayoría de los migrantes que llegan a Europa huyen de las guerras (AFP)

Italia cerrará nuevamente sus puertos para un barco con bandera holandesa que lleva a bordo 224 migrantes rescatados frente a las costas de Libia.

Con esta decisión sobre la embarcación manejada por la ONG alemana Lifeline, el nuevo titular de Interior, Matteo Salvini, ratifica la línea dura que impuso hace unos días, cuando dejó a la deriva al buque Aquarius, de Médicos Sin Fronteras y la francesa SOS Mediterranée, con 630 personas a bordo.

"Las ONG extranjeras, con personal extranjero, con financiación extranjera y con bandera extranjera ya no volverán a tocar suelo italiano", disparó el funcionario de la ultraderechista Liga.

En el mensaje emitido por el gobierno italiano por el episodio, considera además que el hecho de que haya ONG que socorren a migrantes a menos de 50 kilómetros de las costas de Libia incentiva "la salida de las barcazas de la muerte".

En paralelo, Italia prepara propuestas de mano dura para frenar la inmigración en la cumbre prevista el domingo en Bruselas.

"En las discusiones sobre la migración se discutirá la propuesta italiana junto con la de los otros países", indicó este jueves Giuseppe Conte. "El domingo no faltaremos", añadió el recién designado jefe de gobierno.

Hungría, Polonia, República Checa y Eslovaquia anunciaron este jueves que no acudirán a la reunión de crisis precisamente porque consideran que las conclusiones ya están adoptadas.

Después de varios días de intensos rumores sobre la convocatoria de una cumbre extraordinaria, el presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, anunció el miércoles el encuentro con carácter urgente para desbloquear la reforma del sistema de asilo europeo.

Se trata de una reunión previa a la cumbre con los veintiocho miembros de la UE que se celebrará el jueves y viernes próximos en Bruselas.

Angela Merkel y Emmanuel Macron, líderes del bloque europeo (Getty)
Angela Merkel y Emmanuel Macron, líderes del bloque europeo (Getty)

La reglamentación de los flujos migratorios es un tema candente en Europa y el nuevo gobierno italiano, liderado por una coalición populista formada por la ultraderechista Liga y los antisistema del Movimiento 5 Estrellas, es partidario de mano dura.

Según medios italianos, Roma considera insuficiente que se debata sobre protección de las fronteras europeas sin abordar el espinoso tema de la redistribución de los migrantes que se encuentran en Europa.

El jefe del gobierno italiano, Giuseppe Conte, advirtió el miércoles al presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, que Italia "no está disponible" para discutir los llamados "movimientos secundarios" (la distribución de inmigrantes en los países de la UE) sin que se aborde el tema de las llegadas a Italia, un fenómeno que encara sola.

Italia acusa a sus aliados europeos de no contar con un verdadero respaldo ante el fenómeno de la migración masiva, después de haber registrado la llegada de 700.000 migrantes a sus costas en los últimos seis años.

Al encuentro del domingo, con formato de minicumbre, estaban invitados España, Francia, Alemania, Italia, Malta, Grecia, Bulgaria (país que ostenta la presidencia rotativa hasta el 1 de julio) y Austria (que asume el relevo). Bélgica y Holanda, a favor también de la mano dura, decidieron unirse también a la cita.

El tema genera fuertes tensiones entre los europeos y sus diferencias salieron a relucir tras el reciente rechazo de Italia de autorizar la llegada de la nave humanitaria Aquarius con 630 inmigrantes a bordo, algo casi inédito.

Matteo Salvino, ministro del Interior italiano, miembro del ultraderechista Liga
Matteo Salvino, ministro del Interior italiano, miembro del ultraderechista Liga

Italia exige así que se cambie la actual regla que obliga a los países de entrada de hacerse cargo de la tramitación de las solicitudes de asilo o de la expulsión de los inmigrantes irregulares después de su identificación y registro.

Con información de AFP y EFE

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