Al menos 52 combatientes leales al régimen sirio de Bashar al Assad murieron en bombardeos que Damasco atribuye a la coalición que lidera Estados Unidos, la cual negó por su parte haber estado involucrada en el hecho.
"Entre ellos figuran 30 combatientes iraquíes y 16 sirios, incluidos soldados y miembros de milicias leales" al régimen, indicó a la AFP el director del Observatorio Sirio para Derechos Humanos (OSDH), Rami Abdel Rahman, quien indicó que los otros seis soldados aún no habían sido identificados.
Sin embargo, el OSDH afirmó no poder identificar el origen de los bombardeos, que fueron considerados entre los más mortíferos contra las fuerzas del régimen.
La agencia oficial siria SANA atribuyó estos ataques, efectuados el domingo por la noche en una zona cercana a la frontera con Irak, a la coalición liderada por Washington, sin aportar pruebas.
"No hubo ningún ataque por parte de las fuerzas estadounidenses o de la coalición en esa zona", dijo a la AFP una fuente de la coalición.
Tiempo después el coronel estadounidense Sean Ryan, portavoz de la coalición en su operación Inherent Resolve (Determinación inherente), aseguró que no hubo tal ataque ya que las operaciones se concentran al este del Éufrates y contra el grupo terrorista Estado Islámico (ISIS, en inglés).
Be careful of misinformation: @CJTFOIR did NOT conduct strikes near Abu Kamal west of the Euphrates. #SDF and the #Coalition is focused on #defeatDaesh mission east of the river.
— OIR Spokesman (@OIRSpox) June 18, 2018
El grupo paramilitar iraquí Hashd al Shaabi (Unidades de Movilización Popular, UMP), que cumplió un importante papel en la lucha contra el ISIS, acusó a Estados Unidos de matar a 22 de sus combatientes en los ataques.
"Los aviones estadounidenses dispararon dos misiles teledirigidos contra una posición permanente de las UMP en la frontera con Siria, matando a 22 combatientes e hiriendo otros 12", indicó un comunicado de la organización, financiada y entranada por Irán.
Al Hari está situada en la provincia oriental de Deir Ezzor, rica en petróleo, donde las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF, en inglés), predominantemente kurdas, apoyadas por Estados Unidos y las fuerzas gubernamentales sirias apoyadas por Rusia llevaron a cabo diferentes ofensivas contra el ISIS.
En mayo, decenas de combatientes prorrégimen murieron en un ataque aéreo contra posiciones del ejército sirio. El OSDH y los medios estatales sirios atribuyeron este bombardeo a la coalición, pero el Pentágono lo negó.
Las fuerzas gubernamentales controlan las tierras al oeste del río Éufrates, que atraviesa la provincia de Deir Ezzor, mientras que las FDS luchan por expulsar a los últimos restos del ISIS de una serie de ciudades situadas sobre el orilla del río, cerca de la frontera iraquí.
Las dos partes han evitado pelear entre sí y hay una llamada línea de "desconfianza" para evitar incidentes. No obstante han habido excepciones.
En abril, estallaron enfrentamiento entre los dos campos que dejaron más de una decena de combatientes muertos.
Con información de AFP
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