El líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, y el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, se invitaron a visitar sus países respectivos durante su encuentro del martes en Singapur, informó este miércoles la agencia de noticias norcoreana en su primer reporte sobre la histórica cumbre.
KCNA también destacó el "cambio radical" en las relaciones entre Washington y Pyongyang luego de un vínculo "sombrío" que persistió entre ambos durante "el mayor período de tiempo vista en la Tierra".
"Los dos líderes aceptaron con mucho gusto las respectivas invitaciones, con la convicción de que será otra ocasión importante para mejorar las relaciones" entre ambos países, añadió la agencia.
El medio estatal anunció también que Trump había mencionado "un levantamiento de las sanciones" contra el régimen de Pyongyang, lo que el martes había sido ya insinuado por China.
"El mundo ha evitado una potencial catástrofe nuclear", escribió el presidente estadounidense en Twitter. "No más lanzamientos de cohetes, ensayos o investigaciones nucleares", añadió en la red social, sin confirmar si había aceptado la invitación a Corea del Norte.
Este miércoles, el periódico oficial norcoreano Rodong Sinmun publicaba en portada las fotos del histórico apretón de manos entre Trump y Kim ante banderas estadounidenses y norcoreanas.
"El encuentro del siglo abre una nueva era en la historia de las relaciones" entre los dos países, señalaba el titular de portada.
"La travesía accidentada hacia la desnuclearización de la península coreana y una paz permanente apenas ha comenzado", analiza con más prudencia el diario surcoreano Hankook.
Un encuentro histórico pero con pocas certezas
El primer encuentro entre un presidente estadounidense en activo y un líder norcoreano parecía inimaginable hace tan solo unos meses, cuando ambos cruzaban amenazas e insultos.
Pero, a pesar de su gran repercusión, la cumbre aportó pocos resultados tangibles respecto a su cuestión central: la desnuclearización de Corea del Norte.
Kim volvió a prometer una "desnuclearización completa de la península coreana", aunque esta fórmula está lejos de las exigencias de los Estados Unidos, que lleva tiempo reclamando que Corea del Norte abandone su arsenal atómico no solo de forma completa, sino también de modo "verificable" e "irreversible".
Vamos a parar las maniobras militares, lo que nos ahorrará mucho dinero, salvo que comprobemos que las futuras negociaciones no transcurran como deberían
¿El fin de los ejercicios militares con Corea del Sur?
Pyongyang tiene motivos para sentirse confiado después de la cumbre, que le dio cierta legitimidad internacional a un país aislado y objeto de duras sanciones a consecuencia de su programa nuclear.
En una conferencia de prensa posterior a su reunión con Kim, Trump anunció que Estados Unidos iba a poner fin a sus ejercicios militares con Corea del Sur, una vieja exigencia del régimen norcoreano, que siempre consideró esas maniobras como una repetición para una posible invasión de su territorio.
Estados Unidos tiene unos 30.000 soldados desplegados de manera permanente en Corea del Sur para proteger al país aliado ante la amenaza del Norte, que la invadió en 1950 dando lugar a la Guerra de Corea, que duró hasta 1953 y terminó con un armisticio y no un tratado de paz.
"Vamos a parar las maniobras militares, lo que nos ahorrará mucho dinero, salvo que comprobemos que las futuras negociaciones no transcurran como deberían", declaró Trump ante la prensa.
Tanto Seúl como los mandos militares de los Estados Unidos en Corea del Sur mostraron su sorpresa ante el anuncio de Trump.
"Los ejercicios y la presencia militar estadounidense tienen un papel vital en la seguridad del Asia Oriental", recordó este miércoles el ministro japonés de Defensa, Itsunori Onodera.
(Con información de AFP)
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