El Kremlin celebró el éxito de la cumbre entre Donald Trump y Kim Jong-un, pero lanzó una sugestiva advertencia

Mientras en todo el mundo repercute de forma favorable el avance alcanzado por Estados Unidos y Corea del Norte, los voceros del Gobierno de Vladimir Putin hablaron del "diablo" y no dejaron de lado el escepticismo hasta conocer los detalles

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Kim Jong-un junto con Donald Trump en Singapur
Kim Jong-un junto con Donald Trump en Singapur

Rusia celebró este martes el acuerdo alcanzado entre el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, y el líder norcoreano, Kim Jong-un, en una histórica cumbre en Singapur, pero advirtió también que "el diablo está en los detalles", poniendo en duda el alcance de los compromisos asumidos.

El diablo está en los detalles

"Ahora solo podemos celebrar el hecho de que se haya dado un paso adelante tan importante. Por supuesto el diablo está en los detalles, y aún tenemos que saber las especificaciones. Pero el puntapié, hasta donde comprendemos, se ha dado", dijo Sergei Ryabkov, viceministro de Relaciones Exteriores ruso, según reportó el martes la agencia de noticias TASS.

Trump y Kim se comprometieron el martes a trabajar hacia la completa desnuclearización de la península coreana, mientras Washington prometió garantizar la seguridad de su viejo enemigo.

Vladimir Putin, presidente de Rusia (Reuters)
Vladimir Putin, presidente de Rusia (Reuters)

Pero el comunicado conjunto firmado por ambas partes al final de su histórica cumbre en Singapur dio pocos detalles sobre cómo se lograría la desnuclearización.

Rusia está lista para ayudar en la implementación del acuerdo, para trabajar hacia la completa desnuclearización de la península coreana, y espera que abordar la crisis nuclear destrabe la cooperación económica normal, indicó la agencia de noticias RIA, citando a Ryabkov.

En tanto, el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Lavrov, elogió este martes la decisión del mandatario estadounidense de terminar los ejercicios militares con Corea del Sur, y dijo que era necesario frenar las acciones provocativas para aliviar las tensiones en la península.

El ministro de Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, en un encuentro reciente con Kim Jong-un (AFP)
El ministro de Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, en un encuentro reciente con Kim Jong-un (AFP)

A pesar de mantener vínculos históricos con Corea del Norte, Rusia y China se sumaron a la estrategia de "presión máxima" de Trump y apoyaron un paquete de sanciones contra la dictadura comunista sancionado el año pasado por el Consejo de Seguridad de la ONU.

Pero aún así se han mantenido críticos de la escalada de tensiones en la península y han pedido que Washington reduzca su presencia militar en Corea del Sur como paso previo para un proceso de paz, lo que también fortalece a sus intereses en la región.

Este martes China, principal socio comercial de Corea del Norte, incluso deslizó la posibilidad de que parte de las sanciones contra Pyongyang se levanten como resultado del entendimiento alcanzado en Singapur.

(Con información de Reuters)

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