Una semana después de que se conocieran las negociaciones en marcha para retirar a las tropas iraníes y del grupo terrorista libanés Hezbollah de la frontera entre Siria e Israel, el domingo trascendió que, a cambio, los Estados Unidos podrían estar dispuestos a desmantelar una de sus bases en el límite entre Siria e Irak.
La propuesta habría sido hecha por David Satterfield, asistente del Secretario de Estado estadounidense Mike Pompeo, en una reunión con funcionarios rusos, jordanos y turcos, de acuerdo con información publicada por el periódico saudita con base en Londres Asharq al Awsat.
Los Estados Unidos y especialmente Israel, que comparte la frontera y está envuelto en una escalada de tensiones y ataques cruzados con Teherán, han denunciado reiteradas veces el rol desestabilizador de las tropas iraníes en Siria, que llegaron al país para ayudar al dictador Bashar al Assad en la guerra civil y han montado una red de bases e influencia.
Ambos países buscan el retiro completo de las fuerzas de Teherán de Siria en el mediano plazo, y su alejamiento de la frontera sur, que incluye a la ciudad de Daara,donde inició la guerra civil, en el corto.
De acuerdo con Asharq al Awsat, Satterfield presentó varias opciones para concretar este movimiento, incluyendo el desmantelamiento de una de sus bases, apelando especialmente a la participación de Rusia, el otro gran aliado del régimen sirio, para que reemplace a los efectivos iraníes con una fuerza policial como paso previo a la instalación de un mecanismo de monitoreo en conjunto con los Estados Unidos.
En este contexto, la cadena israelí Hadashot develó el martes que los Gobiernos de Israel y Rusia ya habían alcanzado un acuerdo para lograr el retiro de los iraníes garantizado por Moscú.
El informe fue publicado un día antes de que los ministros de Exteriores de ambos países, Avigdor Liberman y Serguei Lavrov, se reunieran en la capital rusa para tratar la situación, sin que trascendieran detalles.
"El Estado de Israel aprecia el entendimiento de Rusia con respecto a nuestras preocupaciones de seguridad, particularmente en cuanto a la situación en la frontera norte. Continuaremos el diálogo con Rusia en todas las cuestiones", dijo Liberman en su cuenta de Twitter.
Además, el jueves el Observatorio Sirio de Derechos Humanos informó que las tropas iraníes y los terroristas de Hezbollah estaban preparando su retirada de Daara y Quneitra.
Pero tanto los israelíes como los sirios se movilizaron para negar estas versiones de un acuerdo.
Un funcionario de alto rango del Gobierno israelí, citado por el periódico Haaretz, negó un acuerdo con los rusos para el retiro parcial de Irán y reiteró que su país busca que el régimen persa abandone Siria por completo y no en forma parcial.
Mientras que Walid Moallem, ministro de Exteriores sirio, negó también que exista un pacto e incluso señaló que no habría efectivos iraníes en el país.
Tanto Hezbollah, que mantiene un enfrentamiento de larga duración con Israel, como las milicias apoyadas por Irán avanzaron sobre el sur de Siria en los últimos años y ante la retirada de las tropas del régimen, debilitadas en sus enfrentamientos con rebeldes y terroristas.
La ayuda resultó invaluable para Al Assad, que pudo concentrarse en otros frentes en una guerra larga, compleja y repleta de facciones. Pero a cambio los iraníes aumentaron su influencia, desplegaron tropas y lanzadores de cohetes justo frente a Israel y crearon un corredor terrestre desde Irán hasta el Líbano, a través del cual pueden abastecer más fácilmente a Hezbollah.
La situación generó una enorme inestabilidad en la región y a comienzos de mayo Irán disparó 20 cohetes contra Israel desde sus bases sirias, lo que provocó que en respuesta cazas israelíes bombardearan posiciones persas.
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