Un grupo de especialistas recomendó a todos los canadienses nacidos en ese lapso de 30 años someterse a pruebas para determinar si padecen hepatitis C, un virus que puede provocar cirrosis y cáncer del hígado.
En un artículo publicado en la revista médica CMAJ, la Asociación Canadiense para el Estudio del Hígado, compuesto por médicos e investigadores, recomendó que las pruebas de la hepatitis C se realicen no por razones de riesgo, sino de edad.
Los individuos considerados con mayor riesgo de contraer la hepatitis C son usuarios de drogas intravenosas que comparten jeringuillas, personas que se tatúan con equipo no esterilizado, aquellos que mantienen relaciones sexuales sin protección y múltiples personas, y los receptores de transfusiones antes de 1992.
Con estas cifras, los especialistas señalan que "si no se hace nada para cambiar la situación actual, los casos de cirrosis descompensada, carcinoma hepatocelular (cáncer de hígado) y la mortalidad relacionada con el hígado aumentará entre un 80%, 205% y 160%, respectivamente, para 2035 comparada con 2013".
Con información de EFE
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