Un estudio determina que evitando el consumo de carne y lácteos se puede reducir sustancialmente los impactos en el medio ambiente. La publicación analiza los daños que la ganadería extensiva genera en el planeta.
De acuerdo con la investigación, sin el consumo de carne y lácteos las tierras dedicadas a la ganadería se podrían reducir en un 75%. Esto equivaldría a un territorio similar a Estados Unidos, Australia, Europa y China juntos. Los expertos manifiestan que la ganadería y la agricultura son la principal causa de extinción de la fauna silvestre.
El análisis demuestra que para la producción de carne y lácteos se utiliza el 83% de la tierra destinada a la agricultura y que estos dos productos solo proporcionan el 18% de calorías y 37% de proteínas del total de alimentos que se producen, como los vegetales y los cereales, reveló el diario The Guardian.
Para la investigación, que fue publicada en la revista Science, se estudiaron 40 tipos de alimentos que representan el 90% de los que son consumidos en el planeta y que fueron producidos en 40.000 granjas en 119 países.
"Una dieta vegana es probablemente la mejor forma para reducir el impacto en el planeta Tierra, no solo de los efectos de los gases del efecto invernadero, sino también para la acidificación global y la eutrofización", dijo Joseph Poore, de la Universidad de Oxford, quien lideró la investigación.
"Esto es mucho más efectivo que evitar los viajes en avión o comprar un auto eléctrico", añadió Poore.
El estudio también muestra que el ganado que es criado en una area deforestada produce 12 más gases de efecto invernadero y utiliza 50 veces más tierra que los que son criados en pastizales naturales. Sin embargo, entre la producción de carne y la proteína vegetal, la primera genera seis veces más gases de efecto invernadero y utiliza 36 veces más tierra.
Sin embargo, Poore no cree que la población global en su totalidad se tenga que convertir en vegana. Para él, con que la mitad de la producción de carne y lácteos menos sustentable se cambie por la de frutas, verduras y cereales se puede reducir en gran parte los daños.
"Las millones de granjas que hay en el planeta necesitan reducir el impacto que producen. Es un gran desafío que se presenta como en un ningún otro sector de la economía", dice Poore.
El científico dice que los productos deberían tener etiquetas con información que muestre cuánto impacto ambiental generan y agrega que los alimentos sanos y producidos de forma sustentable tendrían que estar subsidiados y la carne y lácteos con impuestos.
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