La decisión de Estados Unidos de imponer aranceles al aluminio y al acero europeos obliga a los países de la Unión Europea (UE) a mantener su unidad en la guerra comercial abierta, que intentaron evitar y a la que ahora responderán.
"Este es un mal día para el comercio mundial. La UE no puede quedarse sin reaccionar", dijo el titular de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, poco después de conocerse la decisión de Estados Unidos de imponer aranceles a la UE, Canadá y México.
Washington decidió no prolongar la exención temporal otorgada a estos tres socios comerciales, a los que impondrá a partir de las 04:00 GMT del viernes aranceles del 25% a sus exportaciones de acero a Estados Unidos y del 10% a las de aluminio.
Los europeos no tardaron en reaccionar a estos aranceles "ilegales", tanto para la canciller alemana, Angela Merkel, como para el presidente francés, Emmanuel Macron. Pese a este mismo mensaje, la estrategia a seguir para la primera y segunda economía de la Eurozona ha sido diferente.
Alemania, una potencia exportadora y con una importante industria automotriz, está en el punto de mira del presidente estadounidense, Donald Trump, desde su llegada a la Casa Blanca, ya sea por, a su juicio, la escasa contribución económica alemana a la OTAN, ya sea por su déficit comercial.
Frente a un París más partidario de un línea dura en las últimas semanas, Berlín presionó para intentar lograr un acuerdo con Washington y evitar así una escalada, pero sus llamados fueron respondidos por Trump con nuevas amenazas de aranceles a las importaciones de vehículos.
Francia y Alemania "lamentan la decisión adoptada de manera unilateral por Estados Unidos" y "continuarán trabajando de manera estrecha y coordinada al respecto", anunciaron este jueves en un comunicado conjunto los ministros de Economía francés, Bruno Le Maire, y alemán, Peter Altmaier.
'EEUU primero' vs. 'Europa unida'
El mensaje ahora en la UE es "unidad". Frente al eslogan "Estados Unidos primero", esgrimido por Trump para justificar sus medidas proteccionistas, la respuesta será "Europa unida", dijo el ministro de Asuntos Exteriores de Alemania, Heiko Maas.
El bloque europeo ultima su plan de respuesta que empezaron a preparar en marzo por si su oferta a Washington para lograr una exención permanente, negociada en un diálogo encabezado por la comisaria de Comercio Cecilia Malmström, fracasaba.
"Hicimos todo lo que pudimos para evitar este resultado", lamentó en un comunicado Malmström, recordando las "numerosas" conversaciones en los últimos meses con su par estadounidense, Wilbur Ross, y criticando que esa no es la manera de actuar entre "socios, amigos y aliados".
La Comisión Europea, encargada de la política comercial en nombre de los 28, se encargará ahora de actualizar, en función de los detalles de la decisión de Estados Unidos, una lista enviada el 18 de mayo a la Organización Mundial del Comercio (OMC) con medidas "de reequilibrio".
Esta lista, que puede entrar en vigor a partir del 20 de junio tras una última validación por los países del bloque, incluirá medidas de represalia contra productos como el bourbon, los vaqueros y las motos y que en algunos casos afectan a los estados que votaron por Trump en 2016.
El aumento de aranceles a esa lista de productos emblemáticos estadounidenses asciende a un total de 2.800 millones de euros (3.270 millones de dólares). Aunque no cubren la totalidad de los daños estimados a la industria europea, a la UE le permite actuar en el marco de la OMC.
La propia 'Ley de Talión' europea se completará con una demanda el viernes ante el Órgano de Solución de Diferencias de esta organización internacional, criticada por el presidente estadounidenses y que los mandatarios europeos se comprometían a reformar en su fallida oferta a Trump.
Toni Cerdá para AFP
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