El Ejército israelí aseguró este jueves que durante los ataques del martes contra objetivos de milicias palestinas en la Franja de Gaza asestó "un golpe significativo" a las capacidades militares del grupo terrorista Hamas, informó un comunicado.
Entre varios objetivos, el Ejército israelí atacó "instalaciones de fabricación de armas" de Hamas y dañó "la reserva inmediata de armamento disponible" de la organización islamista, que afecta a su "inversión financiera necesaria para desarrollar armas en el futuro", dice la nota.
Los bombardeos también tuvieron como objetivo "las fuerzas navales" de Hamas y "gran parte de sus puestos e instalaciones de producción de armas especiales".
Además, gran parte de las instalaciones de los operativos navales del grupo terrorista Yihad Islámica "fueron destruidas".
"El ataque afectó a la capacidad de las fuerzas navales" de ambas milicias palestinas para operar en la Franja de Gaza, les dificulta su posibilidad de realizar operaciones marítimas y limita sus capacidades para "llevar a cabo ataques terroristas contra Israel", afirman las fuerzas armadas.
La calma volvió ayer en la frontera entre la Franja de Gaza e Israel tras la mayor escalada militar desde la operación Margen Protector de 2014, que se saldó con el ataque de más de 60 objetivos militares palestinos por parte israelí, y el lanzamiento de más de cien cohetes y morteros desde el enclave costero en menos de 24 horas.
En la Franja no se registraron palestinos heridos, mientras que en la zona del sur de Israel, cerca de Gaza, se contabilizaron cinco heridos leves y uno moderado, cuatro de ellos soldados, por el impacto de los proyectiles.
Algunos cayeron en área abierta y más de 40 fueron interceptados por el sistema antimisiles Escudo de Acero, porque podían haber alcanzado comunidades pobladas.
Hamas y la Yihad Islámica reivindicaron la autoría de los lanzamientos, que continuaron hasta las 5 de la madrugada de ayer, aunque el Ejército israelí responsabiliza a los primeros por ser quienes controlan de facto la Franja desde 2007.
"No consiste en ver quién ha disparado el último, sino en ver el daño sobre el terreno", manifestó un alto oficial israelí del comando sur, que concretó que entre los 60 objetivos atacados por Israel también había un túnel, lo que causó "un golpe significativo" a las milicias.
Analistas locales destacan la contención en la represalia israelí que, a pesar de su magnitud, no provocó muertos, lo que indicaría que el país no está interesado en una escala de violencia, si bien está preparado para cualquier posible escenario.
El portavoz militar teniente coronel Jonathan Conricus, señaló que, aunque la situación es relativamente tranquila, de acuerdo con sus asunciones, "esto no ha acabado".
Depende de lo que Hamas vaya a hacer. "Si va a escalar la situación y continuar disparando contra civiles israelíes, el Ejército está listo y preparado", advirtió.
(Con información de EFE)
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