Corea del Norte comenzó este jueves el desmantelamiento de su centro de pruebas nucleares, frente a un reducido grupo de medios extranjeros que fueron llevados a las instalaciones en el noreste del país.
Según adelantó la agencia AP, el proceso comenzó este jueves en la base de Punggye-ri, como se había programado horas atrás. Allí, el régimen de Pyongyang ha realizado sus seis pruebas atómicas, pero la clausura sería definitiva, según anunció la dictadura comunista.
A su vez, la cadena Sky News informó que hubo "una gran explosión" y que las autoridades aseguraban que se trataba de la destrucción del lugar.
"Subimos una montaña y observamos la detonación a 500 metros. Ellos contaron 'tres, dos, uno'. Hubo una gran explosión, se pudo sentir. El polvo llegó, el calor. Fue extremadamente fuerte", señaló el reportero Tom Cheshire.
Los periodistas presentes reportaron explosiones en tres túneles de la estructura subterránea, así como en torres de observación en los alrededores. No se registró si el líder supremo Kim Jong-un estuvo presente en el evento.
Posteriormente, el régimen emitió un comunicado. "El Instituto de Armas Nucleares de Corea del Norte realizó una ceremonia para el completo desmantelamiento de la base norte de pruebas nucleares el 24 de mayo (…) para asegurar la transparencia del fin de los ensayos", indicaron.
Los periodistas salieron el miércoles por la noche de la ciudad norcoreana de Wonsan con destino a la remota zona donde se encuentra la base, a la que llegarán tras un viaje en tren de unas 11 o 12 horas y otras cuatro horas de camino por carretera, según su propio relato en las redes sociales.
Pyongyang se comprometió a realizar un "desmantelamiento público" de su centro atómico, tras la cumbre celebrada a finales de abril entre su líder y el presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, en la que ambos acordaron trabajar para lograr la "completa desnuclearización" de la península coreana.
La demolición de Punggye-ri se interpreta como un gesto de Corea del Norte para demostrar su voluntad real de abandonar su programa atómico previo a la reunión entre Kim Jong-un y el presidente estadounidense, Donald Trump, aunque la opacidad en torno al evento arroja dudas sobre las verdaderas intenciones del hermético régimen.
Muchos analistas han criticado que Corea del Norte no haya invitado a expertos internacionales en armamento atómico, tal y como había propuesto Seúl, lo que hubiera permitido obtener más información sobre las pruebas atómicas realizadas en Punggye-ri y el estado de estas instalaciones.
Al grupo de periodistas internacionales que viajaron el miércoles a Corea del Norte se sumaron ayer ocho reporteros surcoreanos, a quienes las autoridades norcoreanas han permitido finalmente entrar en el país tras denegarles el acceso en la víspera.
El desmantelamiento tendrá lugar a menos de tres semanas del encuentro entre Trump y Kim Jong-un, que está en suspenso desde que Pyongyang amenazara con cancelarla por las presiones para imponerle un modelo de desnuclearización "unilateral", y después de que el presidente de los EEUU apuntara a su posible retraso.
En este sentido, Corea del Norte dijo hoy que el futuro de la cumbre con los EEUU prevista para el 12 de junio en Singapur "depende totalmente" de Washington, a quien "no suplicarán por diálogo".