La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) condenó este miércoles la "violación de la soberanía y la integridad territorial" de Ucrania que significa el nuevo puente que conecta Rusia con la península de Crimea, anexada por Moscú en 2014.
El propio presidente ruso, Vladimir Putin, se puso el martes al volante de un camión para atravesar por primera vez los 19 kilómetros de la conexión terrestre que une la península de Taman, en Rusia, y Crimea, a través del estrecho de Kerch, una inmensa y multimillonaria obra que le permite acceder al territorio anexado sin pasar por territorio ucraniano.
Crimea es parte de Ucrania, y este puente representa otra violación de sus soberanía y su integridad territorial. Rusia sigue demostrando un desprecio claro por las leyes internacionales
La Unión Europea, que mantiene vínculos cercanos con Kiev, ya había denunciado la construcción del puente, pero ahora también la alianza militar de Occidente se unió a las críticas.
"La OTAN condena la construcción e inauguración parcial del puente sobre el estrecho de Kerch que une a Rusia y a Crimea", dijo un portavoz del organismo, Piers Cazalet.
"Crimea es parte de Ucrania, y este puente representa otra violación de sus soberanía y su integridad territorial", señaló en un comunicado.
Además, el puente que limita el tráfico por el estrecho hacia los puertos ucranianos en el mar de Azov, constituye "una infracción sobre los derechos a la navegación de Ucrania en sus aguas territoriales", de acuerdo con Cazalet.
"Rusia sigue demostrando un desprecio claro por las leyes internacionales", concluyó el portavoz.
La OTAN y gran parte de la comunidad internacional siguen sin reconocer la anexión de Crimea, una estratégica península en el mar Negro, por parte de Rusia en 2014, que se realizó por la fuerza, aunque sin violencia, con base en un polémico plebiscito.
La movida rusa, ejecutada en medio de una crisis política interna de Ucrania, en ese entonces avanzando en su proyecto de ingresar en la Unión Europea, inspiró el levantamiento de milicias prorrusas en las regiones ucranianas de Donetsk y Lugansk, en un conflicto que aún persiste.
Poco después de la anexión y mientras encrudecía la guerra civil, Putin prometió la construcción del puente, que él mismo inauguró finalmente el martes.
Las tensiones entre la OTAN y Rusia están en el momento más alto desde la Guerra Fría, enfrentados especialmente por la situación en Ucrania, ex república de la Unión Soviética que en las últimas décadas se ha acercado cada vez más a Occidente y es considerada un aspirante a formar parte de la Alianza Atlántica, lo que Moscú busca evitar.
En este contexto, y aún en Sochi, una de las ciudades rusas que han quedado conectadas con Crimea por el nuevo puente, Putin se jactó el martes de su nuevo arsenal militar, el cual garantizará la seguridad del país y mantendrá el equilibrio estratégico" durante las próximas décadas.
(Con información de AFP)
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