John Clayton comenzó a sentir síntomas de depresión luego de que su esposa Vicky también la padeciera. Fue inmediatamente después de que diera a luz a Hugo, en 2013. La mujer, quien por entonces tenía 33 años, lo superó. Pero él no lo consiguió y terminó quitándose la vida. Tenía 41 años.
Fue Vicky quien luchó contra la propia enfermedad y la de su marido, cuando vio que su matrimonio y familia podían terminar de la peor forma. John, quien siempre había soñado con tener hijos, es uno de los extraños casos que se cuentan sobre depresión posparto en un padre.
"Todo está muy enfocado en las madres, como es de esperar, pero habiendo vivido mi vida de la manera en que lo he hecho durante los últimos cinco años, desearía que hubiese muchos más consejos para que los hombres accedan a la ayuda", indicó la joven viuda en declaraciones al diario Daily Mail.
En septiembre de 2013, cuando la familia decidió mudarse para Cardiff, Hugo tenía apenas dos meses. Allí, en esa nueva ciudad, John empezaría un nuevo curso de estudios de animales en la universidad.
Para Vicky, el cambio de ambiente no fue fácil. Por el contrario. "Dejamos atrás toda nuestra red de apoyo y no conocíamos a nadie en Cardiff. John pasaba de estar muy arriba a estar abajo y fue probablemente unos nueve meses después del nacimiento de nuestro hijo que las grietas realmente comenzaron a mostrarse", narró.
Pero el matrimonio comenzó a tener sus primeras crisis, hasta que finalmente decidieron separarse. Vicky regresó a Exeter, donde vivían antes de mudarse a Cardiff.
"Fue devastador, obviamente estaba desconsolada. Durante casi una década de mi vida, John fue mi mejor amigo y copadre de mi hijo. Perder a alguien así me provocó dolor y enojo, pero también tristeza sabiendo que no había nada que podría haber hecho para ayudarlo o detenerlo", recordó la mujer, y "a pesar de que nos habíamos separado, todavía estábamos en contacto casi a diario debido a nuestro hijo pequeño. Una vez dijo que se sentía suicida, pero dijo que no iba a suicidarse, y nunca pensé que lo hiciera".
De acuerdo con el relato hecho por Vicky, John recibía asistencia médica. Psiquiátrica. Pero, por los resultados, no fueron suficiente. "Su última cita con un médico fue tres semanas antes de que muriera. Incluso dio una gran fiesta el fin de semana en que murió. Nunca sabré si eso fue una fiesta de despedida o si estaba realmente feliz cuando la hizo".
En septiembre de 2016 John terminó con su vida.
Ahora Vicky cobró impulso para alertar a otros hombres y mujeres a que atiendan los síntomas de depresión posparto, advirtiendo que no solo ocurre en las madres. "Hay servicios para personas en crisis, pero lo terrible de la depresión es hasta qué punto bajo tienes que llegar antes de sentir que estás en crisis. En ese momento ya es demasiado tarde", explica la madre.
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