"La policía Nacional de Israel trabaja en este operativo hace tres meses porque es un evento muy importante, significante a nivel político y de seguridad", explica Micky Rosenfeld, vocero de la policía israelí.
Apostado frente a la nueva embajada estadounidense en Jerusalén, explicó en diálogo con Infobae, que esta es una semana "altamente sensible" para la ciudad por lo que el objetivo es que la ceremonia transcurra sin incidentes.
"Coordinamos hombro a hombro con los norteamericanos para proteger el barrio y las zonas aledañas. Aquí, por la zona de la embajada, se desplegarán mil policías", detalla el vocero pero, además, hay destinados otros 3.000 agentes para custodiar toda Jerusalén.
Es que la relocalización coincide adrede con el aniversario civil de la creación del Estado de Israel, los palestinos convocaron a una Marcha de la Ira en la Franja de Gaza, que elevó los niveles de alerta. Mañana, además, se conmemora la Nakba (Desastre), la fecha más importante del calendario palestinos porque recuerdan el éxodo tras la creación del Estado de Israel; y también comienza le ramadán, el mes del ayuno musulmán y una época de alta tensión y aumento de amenaza de ataques terroristas en todo el país, no solo en Jerusalén.
"Habrá un operativo de cerrojo a 360 grados alrededor de la embajada", adelanta Rosenfeld. Nadie podrá acercarse al edificio, que funcionará en el actual consulado general de los EEUU. Se trata de un complejo de casi una manzana ubicado en el barrio de Arnona, en el límite entre el oeste y el este de la ciudad.
Infobae recorrió la zona ayer junto con el vocero de la policía y observó la construcción de una nueva vía de acceso al complejo: "Este camino es una ruta de escape para elevar el nivel de seguridad de la embajada, será utilizado por el staff diplomático norteamericano de manera regular y también para salidas de emergencia".
Además, la policía israelí y el servicio secreto estadounidense revisaron todo el barrio. Se instaló un complejo sistema de videovigilancia en toda la zona, se mejoró el alumbrado, se apostaron "puntos de inteligencia" y se sumó de manera regular un patrullaje. Desde ahora, el barrio dejará de ser una tranquila zona residencial para transformarse una de las áreas más vigiladas de Jerusalén.
La protesta que más podrá acercarse al predio norteamericano es una concentración aprobada por el gobierno local. "Estará a 200 metros de la entrada, esperamos a unas 700 personas para que la gente demuestre lo que siente pero no lo vemos como un peligro, de todas formas habrá patrullas listas para responder ante cualquier situación porque- insiste Rosenfeld- es un día muy sensible".
Sin embargo, la movilización que más preocupa a las autoridades es la que se prepara para la Franja de Gaza. El grupo terrorista Hamas, que alienta las movilizaciones, ya adelantó que la zona es "una bomba a punto de explotar", y esta fecha eleva la tensión.
"Tenemos policía extra, unidades encubiertas, escuadrones antiterroristas, agentes de frontera, estamos listos para la mudanza de la embajada a la capital", asegura el policía.
La ceremonia comenzará a las 16, hora local. La comitiva estadounidense está integrada por la hija y asesora del presidente, Ivanka Trump, su marido y también asesor presidencial Jared Kushner; el subsecretario de Estado, John Sullivan; el secretario del Tesoro, Steve Mnuchin y el embajador en Israel, David Friedman.
"Cualquiera que esté relacionado en algún tipo de episodio que viole la seguridad, será sacado de la escena, interrogado y, si es necesario, será arrestado", advierte el uniformado.
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