Una familia con dos niñas realizó tres atentados suicidas contra iglesias cristianas de Indonesia y dejaron al menos 13 muertos y 40 heridos

El grupo terrorista Estado Islámico se atribuyó los ataques, en los cuales los padres contaron con la colaboración de sus cuatro hijos. La policía logró desactivar otras bombas antes de que estallen

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El presidente Joko Wikodo (a
El presidente Joko Wikodo (a la izquierda) ayuda en las tareas de emergencia (Reuters)

Al menos 13 personas han muerto y 40 han resultado heridas este domingo en tres atentados con explosivos en iglesias en las ciudad de Surabaya en el peor atentado en Indonesia contra centros religiosos cristianos desde el 2000.

La familia que llevó los ataques -formada por la madre, el padre, dos hijos de 16 y 18 años y dos niñas de 9 y 12 años- estaba vinculada al movimiento Yamaah Ansharut Daulah, un grupo afín al Estado Islámico, afirmó el jefe de la policía nacional, Tito Karnavian.

Los ataques tuvieron lugar de forma sucesiva esta mañana en la misa del domingo en una iglesia protestante, una católica y otra pentecostal en la segunda mayor ciudad del país asiático, en el noreste de la mayoritariamente musulmana isla de Java.

La policía custodia una iglesia
La policía custodia una iglesia cristiana tras los ataques (AFP)

El padre detonó una bomba colocada en un automóvil, dos de los hijos, de 18 y 16 años, utilizaron una motocicleta para perpetrar su ataque, y la madre estaba con las hijas, de 12 y 9 años, para efectuar el tercero, informó Tito Karnavian, jefe de la policía nacional.

La familia había regresado a Indonesia tras pasar un tiempo en Siria, donde hasta hace poco el grupo Estado Islámico controlaba una parte importante del territorio, agregó Karnavian.

A través de un canal de Telegram, el grupo Estado Islámico celebró el ataque y se lo atribuyó a una de sus células terroristas. Según la policía, los extremistas usaron a menores con explosivos suicidas para llevar adelante los ataques.

La primera de las explosiones tuvo lugar en la iglesia católica Santa María, donde murieron al menos cuatro personas incluido el autor del ataque.

A continuación hubo explosiones en la iglesia protestante de la calle Diponegoro, donde murieron dos personas, y después en la iglesia pentecostal de la calle Arjuno, donde hubo otras dos víctimas mortales.

(AFP)
(AFP)

La novena víctima falleció al llegar a un hospital de la ciudad indonesia mientras que las autoridades no han precisado dónde murieron las otras dos personas.

"Muchos motocicletas y automóviles se quemaron y hay un cerco de 100 metros" indicó un fotógrafo de la EPA, agencia participada por Efe sobre el ataque en Arjuno.

Además el equipo de desactivación de artefactos explosivos de la Policía Nacional neutralizó una bomba en el exterior de la iglesia en Diponegoro.

(Reuters)
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El presidente de Indonesia, Joko Widodo, ofreció sus condolencias a las familias de las víctimas en una intervención televisada desde el exterior de la iglesia pentecostal y afirmó que "el terrorismo es un crimen contra la humanidad, y no tiene relación con ninguna religión".

Por su parte el secretario general de la Asociación de Iglesias de Indonesia (PGI, en indonesio), Gumar Gultom, indicó en una rueda de prensa que "no hay religión que enseñe violencia y asesinato, cualquier religión enseña humanidad, paz y amor".

(Reuters)
(Reuters)

Es el peor ataque de este tipo en el archipiélago asiático desde que una serie de atentados con bomba en la Nochebuena del 2000 en varias ciudades terminasen con la vida de 18 personas e hiriesen a cerca de 100.

Aunque en los últimos años el objetivo principal ha sido la policía, las minorías religiosas, en especial la cristiana, también han sido blanco de los ataques islamistas.

El suceso tiene lugar después de que el martes pasado un grupo de prisioneros matase a cinco policías durante un motín con rehenes en una prisión de máxima seguridad al sur de Yakarta que duró cerca de 36 horas y en el que murió también uno de los reos, un convicto terrorista.

Indonesia, un país de mayoría musulmana donde el 88% de los más de 260 millones de habitantes practican una forma moderada del islam, establece la máxima alerta las semanas antes del ramadán, que comienza dentro de dos días, porque son fechas elegidas por yihadistas para cometer atentados.

La intolerancia religiosa ha aumentado en los últimos años en el país, donde también viven minorías como la cristiana, los hindúes y los budistas. En febrero, la policía neutralizó a un hombre armado con una espada que asaltó una iglesia en plena misa en Sleman, en la isla de Java, hiriendo a cuatro personas, incluyendo un cura.

El país asiático ha sufrido varios ataques yihadistas, entre ellos el perpetrado en la turística isla de Bali en 2002, que causó 202 muertos.

(Con información de EFE y AFP)

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