Desde Israel. Esta semana hay varios eventos marcados con cruces rojas en el calendario y en la opción "lugar" de la agenda, todas tienen escrito lo mismo: Jerusalén.
Las coincidencias calendáricas en este caso no son ingenuas, sino que conviven adrede y transforman esta semana en una clave para el mundo. En pocos días Donald Trump dio por tierra el acuerdo nuclear con Irán, concretará el traslado de la embajada de los EEUU de Tel Aviv a Jerusalén (justo en el aniversario civil de la creación del Estado de Israel) y comenzará el ramadán, el ayuno musulmán que eleva las alertas de seguridad por el rezo en la mezquita sagrada de Al Aqsa.
1. El 8 de mayo finalmente Donald Trump anunció lo que tanto insinuaba. Alineado más que nunca con Israel, canceló el acuerdo nuclear con Irán firmado por Barack Obama y el Grupo de los 5+1. La decisión envalentona a el grupo terrorista Hezbollah en el Líbano (que además ganó las elecciones), arroja gasolina en el límite con Gaza y pone en alerta a las Fuerzas de Defensa Israelíes, que ya movilizaron a sus reservistas y pusieron a trabajar a toda máquina su sofisticado escudo antimisiles conocido como "Cúpula de Hierro".
La decisión, que llega deliberadamente en la antesala de la relocalización de su embajada en Jerusalén, es más que festejada por Israel, que hace tiempo denuncia el carácter de sponsor del terrorismo mundial del régimen persa y días atrás se transformó en la punta de lanza de Trump para romper el pacto al develar los presuntos planes secretos de Teherán para continuar con su programa atómico.
2. El 14, en honor al aniversario civil número 70 de la creación del Estado de Israel, los EEUU concretarán el traslado. Trump lo decidió aun cuando los propios –como el ahora despedido secretario de Estado, Rex Tillerson- se lo desaconsejaban. "Es lo que había que hacer", dijo el republicano el 6 de diciembre de 2017 en un discurso a la nación, y al mundo. Era una promesa de campaña y la cumplió.
Reubicar la embajada no es simplemente una mudanza, es reconocer a Jerusalén como capital de Israel, y es también desconocer a Jerusalén -o parte de ella- como futura capital de un futuro Estado palestino.
Es también romper con el consenso internacional de que ningún país consideraría a Jerusalén parte de ningún Estado hasta que israelíes y palestinos negocien su estatus en un acuerdo de paz.
"Es un golpe terrible para el contencioso palestino. Para Israel, es un día de fiesta, para los palestinos es una día de catástrofe", afirmó para Infobae José Benarroch, el diplomático retirado que sirvió en Italia, México, Etiopía y Singapur. Para él, en los próximos meses habrá como 10 embajadas más.
La ciudad está en el foco de conflicto de manera crónica. El 29 de noviembre de 1947 -con 33 votos a favor, 13 en contra, 10 abstenciones-, se aprobó en la Asamblea General de las Naciones Unidas la resolución 181 que establecía un estado judío en la tierra de Israel, al lado de un estado árabe. Jerusalén permanecería con un estatuto especial, bajo tutela internacional.
El plan de partición no fue aceptado por los árabes, Israel se declaró Estado el 14 de mayo de 1948 y se produjo la primera guerra. En 1967, en la Guerra de los Seis días, Israel ocupó la parte oriental de la ciudad que estaba en manos jordanas y el 30 de julio de 1980 el Knéset (Parlamento israelí) enmendó la Ley Fundamental de Jerusalén, de 1950, y declaró la ciudad como capital "completa y unida" de Israel.
La decisión fue resistida por la comunidad internacional que, a través de la Resolución 478 del Consejo de Seguridad de la ONU, acordó "no reconocer" esta medida ni ninguna que cambiara "el carácter y estatus de Jerusalén". Así que todos los países que tenían embajadas en Jersualén las mudaron… hasta ahora, que EEUU emprende el camino inverso.
3. Siguiendo con las coincidencias en el calendario, el día después del traslado de la embajada estadounidense, el 15 de mayo, los palestinos conmemoran la Nakba (Desastre), es la fecha más importante de su calendario porque recuerdan el éxodo tras la creación del Estado de Israel.
"No hay almuerzo gratis, la apertura de la Embajada de los EEUU en Jerusalén tendrá un costo pero vale la pena pagarlo", admitió el ministro de Defensa israelí Avigdor Liberman. La honestidad brutal del funcionario gráfica la tensión. Los israelíes celebran la decisión de Trump y el momento elegido en la agenda para concretarlo, pero saben que esta nueva puerta enciende las alertas de seguridad.
"Para desestabilizar, debería haber algo estable, pero aquí no había nada muy estable antes del traslado de la embajada: Israel pasó un sinfín de guerras y conflictos con organizaciones armadas como Hezbollah y Hamas… Así que nada cambia, es más bien una continuación", aseguró Benarroch.
De hecho, mientras la delegación norteamericana liderada por Ivanka Trump, esté inaugurando el complejo en el barrio de Arnona, los palestinos convocaron a un Día de la Ira.
4. Detrás de EEUU, Israel espera que otros países tomen la misma decisión. De hecho, Guatemala hará lo propio el 16, Paraguay probablemente lo haga antes de fin de mes, y Rumania, República Checa y Honduras ya anunciaron que también cambiarán el domicilio de sus dependencias diplomáticas.
5. Trasladar la embajada y hacerlo el 14 de mayo es una prueba explícita de respaldo norteamericano a todos los reclamos de Israel. Pero también lo inhabilita como mediador válido en cualquier negociación. Palestina no lo quiere en la mesa, por lo que a medida de que Israel obtiene lo que buscó en escritorios y campos de batalla, la posibilidad de una acuerdo de paz con la solución de dos Estados como salida a tanta violencia, se aleja. Y sí, así se explica "el costo del almuerzo" del que hablaba Liberman.
6. El 15, cuando el corte de cinta en el barrio de Arnona aún esté en los titulares del mundo -además del Nakba- comenzará Ramadám, el mes del ayuno musulmán. Históricamente es una época de alta tensión y aumento de amenaza de ataques terroristas en todo el país, no solo en Jerusalén.
Las fuerzas de seguridad israelíes lo saben y por eso tienen en la mira la oración del viernes en el sitio sagrado de la Ciudad Vieja que contiene la mezquita de Al Aqsa, que a menudo ha sido un punto de inflamación en el conflicto entre israelíes y palestinos.
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