Los ataques fueron llevados a cabo por cazabombarderos de la fuerza aérea, que golpearon una multitud de objetivos vinculados con la Fuerza Quds, rama de operaciones en el extranjero de la Guardia Revolucionaria de Irán, y de milicias leales a Teherán.
De acuerdo con el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), al menos 23 combatientes, entre ellos cinco sirios y 18 extranjeros, murieron en los bombardeos. Aunque Damasco solo ha reconocido al momento la muerte de tres militares y daños leves en sus defensas.
El ataque sobre Al Kiswah
Uno de los ataques, realizado en la ciudad de Al Kiswah, apuntó contra los lanzadores múltiples de cohetes Uragan (huracán), de fabricación rusa, que podrían haber sido utilizados por los iraníes en el bombardeo inicial, según señalaron las FDI.
También se informó de ataques contra almacenes de municiones en el aeropuerto de Damasco, donde la Fuerza Quds tiene su cuartel general, y sobre un "centro militar iraní" en el norte de la capital, posiblemente cerca de la guarnición Iman Hossein, sobre la ruta al Líbano.
Las FDI también afirmaron haber golpeado varios puestos de observación iraníes alrededor de la zona de amortiguación que tropas de la ONU custodian en los Altos del Golán desde 1974, así como de bases de inteligencia persa en el sur de Siria, cerca de Daara.
Finalmente se dio cuenta de una serie de ataques sobre posiciones de grupos asociados con Irán y el denominado Eje radical, de facciones y milicias leales a Teherán.
Durante las operaciones los aviones israelíes recibieron fuego de las baterías antiaéreas del ejército sirio, y por lo tanto respondieron contra varias de estas, sin especificar daños provocados.
Ninguno de los cazabombarderos fue derribado, informaron las FDI.
Las autoridades israelíes instaron a la población en los Altos del Golán a reanudar sus actividades de rutina, aunque llamaron también a estar atentos a futuras instrucciones.
En las últimas semanas Israel ha estado lanzando numerosos ataques aéreos contra posiciones iraníes y del régimen sirio de Bashar al Assad en Siria, país con el que se encuentra aún técnicamente en guerra desde hace décadas.
Las tensiones comenzaron a crecer en 2015, cuando la presencia de Irán y el grupo terrorista libanés Hezbollah, enemigos de Israel, en apoyo de las fuerzas gubernamentales enfrascadas en la guerra civil aumentó considerablemente.
En tanto la situación alcanzó un grado máximo de tensión el miércoles cuando el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, anunció el retiro de su país del acuerdo nuclear que la comunidad internacional había firmado con Irán, una medida largamente pedida por Israel, lo que ha generado incertidumbre en la región.
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