El motivo secreto por el que Kim Jong-un viaja siempre con su retrete personal

El histórico encuentro entre el dictador norcoreano Kim Jong-un y el presidente Moon Jae-in de Corea del Sur ha puesto a las dos naciones un paso más cerca de dar por terminada la guerra en la península. Pero más allá de lo simbólica que ha sido la imagen del encuentro entre ambos líderes, un rumor opacó, en parte, el protagonismo de las antagónicas figuras políticas.

Según reportes del periódico The Washington Post, la caravana de vehículos que acompañó al implacable líder supremo de la República Popular Democrática de Corea (RPDC) ocultaba una funcionalidad de la que, probablemente, ningún otro mandatario del mundo puede presumir. Un retrete ambulante.

Gracias al testimonio de Lee Yun-keol, un desertor que abandonó la Fuerza de Operaciones Especiales de Corea del Norte (FOECN), se pudo conocer que Kim lleva consigo un baño portátil a donde quiera que vaya, esto como una medida de seguridad diseñada para evitar que los operativos de inteligencia extranjeros puedan recolectar sus excrementos.

La razón detrás de semejante nivel de "hermetismo digestivo" reside en el hecho de que las heces pueden decir mucho sobre el estado de salud de una persona y, al parecer, el régimen no quiere que sus enemigos puedan usar eventuales dolencias para debilitar la posición de Kim dentro de su estado dictatorial.

Según consigna Fox News, el dictador podría haber accedido a iniciar un diálogo de desnuclearización debido a sus problemas de salud. A pesar de que no existe evidencia médica, el historial familiar de Kim, sumado a su apariencia física y el comportamiento registrado en los últimos años daría lugar a especular que el dictador sufriría de condiciones que pueden ir desde diabetes y gota, hasta alta presión, enfermedades de transmisión sexual o problemas psicológicos.

Fuentes de inteligencia de los EEUU revelaron a Fox News que suponen que el padre de Kim habría padecido una variedad de enfermedades de transmisión sexual incluida la sífilis, y que es "posible" que su hijo padezca de la misma condición. Agencias de noticias de Corea del Sur han compartido que un verdadero ejército de jóvenes es obligado a prostituirse para "servir a los altos mandos militares", lo que hace que la enfermedades de transmisión sexual se propaguen entre la élite gobernante.

Otras fuentes con conocimiento cercano del curioso procedimiento compartieron en 2015 al Daily NK, un sitio de noticias con base en Seúl, que independientemente de que la comitiva se encuentre de viaje en tren, automóvil o un vehículo todo terreno, uno de los vagones, vehículos o camionetas estará destinado a cumplir la función de retrete para el uso privado de Kim.

"Debe viajar alrededor de todo el país por necesidades de entrenamiento, por lo que siempre tiene que haber un retrete disponible exclusivamente para el líder supremo" explicó una fuente al periódico coreano. "Resulta impensable en nuestra sociedad que él tenga que usar un baño público sólo porque se encuentra de viaje" agregó la fuente, que también aclaró que el hecho de que Kim sea considerado un ser divino, hace que sea imposible que comparta un espacio de ese tipo con otros simples mortales.

La fuente explicó que cualquier persona que se atreva a usar el retrete privado de Kim, incluso altos mandos militares, podría enfrentar severas penas y hasta la muerte. "En el Norte, todo lo vinculado al uso del baño por parte de Kim está bajo cargo de su Comando de Escoltas, que a la vez se encarga de la seguridad del dictador y su familia" añadió.

"Hay siempre una multitud de vehículos en su convoy para que la gente no pueda distinguir en cual se encuentra él, y existe uno separado designado específicamente para que haga de excusado" compartió una fuente.

Kim visitó Corea del Sur la semana pasada acompañado por un verdadero desfile de limusinas Mercedes-Benz blindadas, de las cuales cualquiera podría haber sido la encargada de hacer de "estación de descarga".

Los analistas ni siquiera pueden explicar cómo Corea del Norte obtuvo los vehículos y menos aún que características especiales presentan, dado que las sanciones de la ONU impiden que el régimen pueda comprarlos directamente al fabricante alemán con base en Stuttgart y mucho menos a una agencia de la marca con domicilio en Corea del Sur o China.

De cualquier manera, prácticamente todos los dictadores de la historia reciente han sido transportados en vehículos blindados con una estrella de tres puntas sobre su parrilla, por lo que no debería de extrañar que Kim haya logrado conseguir sus propias fortalezas sobre ruedas de origen germano.

Un artículo del periódico The New York Post destaca que en la década del ochenta, agentes de la CIA obtuvieron muestras de las heces de Mikhail Gorbachev para determinar su estado de salud. La agencia de inteligencia británica M16 intentó hacer lo mismo durante una visita del mandatario ruso a Londres, pero no lograron cumplir con su cometido dado que los retretes de su hotel se descargaban en un tanque común, por lo que sus excrementos no pudieron ser aislados de los de otros huéspedes.

La CIA también obtuvo en 1959 las deposiciones de Nikita Khrushchev durante una visita a los EEUU del líder de la Unión Soviética durante la Guerra Fría. Un análisis médico arrojó que mandatario se encontraba en excelente estado de salud.

Según la BBC, el propio Joseph Stalin también hizo lo suyo con Mao Zedong, el comunista chino que fundó el partido de la República Popular. A pesar de que Mao utilizaba retretes especiales y sus desechos eran guardados en cajas secretas que nunca iban a la cloaca, los hombres de Stalin lograron analizar las heces en un laboratorio durante diez días, y los resultados convencieron al soviético de que no debía firmar un acuerdo con el asiático.

De acuerdo a Fox News, la medidas extremas tomadas por Kim son algo nunca antes visto. En diálogo con la cadena de noticias norteamericana, el ex agente del Servicio Secreto de los EEUU, Dan Bongino, dijo que fue testigo del transporte de más de 50 jefes de estado durante su carrera y aseguró que jamás había escuchado de una limusina que haga de retrete.

"Si esto es cierto, es un símbolo de la paranoia del régimen norcoreano" aseguró Bongino.

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