El oso negro entró a la autopista, en Port Coquitlam, Canadá, cuando la noche era ya cerrada. Los conductores de los dos primeros carriles lograron evitarlo y así llegó hasta la mitad.
Sin embargo, cuando cruzó al otro lado, se topó con un camionero que no llegó a reaccionar a tiempo. El impacto dejó al animal gravemente herido, con las extremidades traseras rotas.
El dolor era evidente. Apenas podía moverse.
Al llegar, los policías cortaron el tránsito y estuvieron largo rato debatiendo qué hacer. Hasta que uno dijo que había que sacrificarlo, con el argumento de que estaba sufriendo y de que no iba a poder vivir en esas condiciones.
El agente tuvo que dispararle varias veces con su escopeta, hasta que el oso murió. El video que muestra lo ocurrido despertó polémicas entre los ciudadanos. Algunos creen que los oficiales hicieron lo correcto, pero otros consideran que el animal podría haber sobrevivido.
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