La intérprete había acudido al hospital a realizarse un tratamiento rutinario cuando falleció, reveló su hijo mayor, Shin Jeong-gyun, en declaraciones recogidas por la agencia local Yonhap. Choi y su marido, el director Shin Sang-ok, se constituyeron como la pareja de bandera de la industria cinematográfica del país asiático en los 60 y 70.
Juntos firmaron más de un centenar de películas, entre las que se recuerdan especialmente títulos como Sarangbang sonnimgwa eomeoni (El visitante y mi madre, 1961) o Balgan Mahura (Bufanda roja, 1964), ambas con Choi como protagonista.
En 1976, y tras descubrir que Shin mantenía una relación paralela con la actriz Oh Su-mi, con la que tuvo dos hijos, se divorciaron.
Choi fue secuestrada dos años después durante un viaje a Hong Kong y llevada a Corea del Norte, donde fue recibida por Kim Jong-il (padre del actual líder norcoreano, Kim Jong-un).
Desesperado por saber qué había sido de su ex mujer, Shin siguió el rastro de Choi hasta Hong Kong, donde también acabaría secuestrado y llevado a Corea del Norte.
Allí, Kim Jong-il, un enamorado del séptimo arte, les comunicó su plan de convertirlos en el pilar que transformaría el cine de propaganda norcoreano.
El propio Kim los obligó a casarse de nuevo en 1983 y bajo su estricta supervisión llegaron a rodar siete películas en Corea del Norte antes de lograr escapar.
Lo hicieron convenciendo al dictador de que para internacionalizar el cine y los logros del régimen sería idóneo abrir unos estudios en Viena, adonde viajaron en 1986 y donde lograron pedir asilo en la embajada estadounidense tras despistar a los agentes que los vigilaban.
Ambos vivieron durante la siguiente década en los Estados Unidos antes de regresar a Corea del Sur, donde Shin falleció en 2006.
A partir de entonces la salud de Choi empezó a deteriorarse rápidamente, según han relatado en los últimos años familiares y cronistas que lograban entrevistarla en la residencia de ancianos en la que vivía a las afueras de Seúl.
A Choi, que nunca pudo engendrar (posiblemente por las repetidas violaciones que sufrió durante la Guerra de Corea), le sobreviven dos hijos y dos hijas adoptivos.
A dos los adoptaron en los 70 ella y Shin, y Choi se convirtió también en madre adoptiva de los dos niños que el director había tenido con la actriz Oh Su-mi, fallecida en 1992.
(Con información de EFE)
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