Los ministros de Exteriores de Japón y China se unieron este lunes par alertar en Tokio que una guerra comercial tendría un grave impacto en la prosperidad mundial y se comprometieron a jugar "un papel responsable" en la economía global.
"Coincidimos en que una guerra comercial, sin importar qué país la haya provocado, tendría un gran impacto en la prosperidad de la economía internacional", dijo el ministro japonés Taro Kono en una conferencia de prensa tras la reunión con su homólogo chino Wang Yi, la primera de estas características en ocho años.
Durante esta ronda de diálogo económico de alto nivel, Kono y Wang también se mostraron de acuerdo en que sus países deben "desempeñar un papel responsable en el desarrollo de la economía global y la solución de problemas" eventuales, según explicó el canciller japonés.
El acercamiento entre la segunda y la tercera economía mundial se produce en un momento en que ambas temen sufrir las consecuencias de las medidas proteccionistas emprendidas por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Beijing ya ha respondido a la imposición de aranceles a las importaciones estadounidenses de acero y aluminio, una refriega que ha sacudido recientemente los mercados por temor a que se desate una auténtica guerra comercial entre ambos gigantes económicos, con sus consiguientes consecuencias en el comercio global.
Los ministros de Exteriores también abordaron el apoyo de Tokio a la iniciativa china de la "nueva ruta de la seda", conocida con el lema "One Belt, One Road" ("Un cinturón, un camino"), en la que "es posible que Japón coopere con China en varios proyectos concretos en los que se cumplan los requisitos internacionales", explicó Kono.
El canciller chino también fue recibido este lunes en la capital japonesa por el primer ministro, Shinzo Abe, quien manifestó su anhelo de mejorar la cooperación económica de los países vecinos y con terceros "manteniendo un sistema de comercio libre", según un comunicado difundido por la Cancillería japonesa.
Wang ha sido el primer canciller chino en visitar Japón para un diálogo económico de alto nivel en ocho años, debido a un enfriamiento de las relaciones diplomáticas por el conflicto en torno a la soberanía de las Islas Senkaku (llamadas Diaoyu en chino), administradas por Tokio pero reclamadas por Beijing.
La participación de ambos países en la intensa ronda de contactos multilaterales a raíz de la distensión en Corea y las próximas cumbres entre Pyongyang, Seúl y Washington, parece haber facilitado el diálogo, y el propio Kono ha manifestado su deseo de volver a celebrar anualmente esta reunión.
El ministro de Exteriores chino, que fue embajador en Tokio, llegó a Japón el domingo, y en un primer encuentro reafirmó con Kono el compromiso de sus países de trabajar juntos para lograr que Corea del Norte abandone sus armas nucleares.
Además, los dos ministros acordaron la organización de una visita a Tokio del presidente chino, Xi Jinping, así como de un viaje a Beijing de Abe, que constituirían las primeras de este tipo desde que ambos mandatarios llegaron al poder en 2012.
(Con información de EFE)
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