Milagro. Esa es la palabra que más se repite en la boca de los sudafricanos por estas horas. Y va acompañada de otra: bebé. Se trata de la historia de una recién nacida que había sido abandonada a su suerte en un drenaje y que fue hallado por casualidad por Charmaine Keevy quien caminaba temprano por Port Elizabeth.
Hace apenas una semana Keevy, de 63 años, hacía su recorrido matinal junto a su perro salchicha Georgie, cuando este comenzó a ladrar fuertemente en una alcantarilla de cemento donde en el interior había algo encerrado. La mujer escuchó un ruido, un quejido, pero en principio creyó que era un gato al que su ruidosa mascota estaba acosando. Sin embargo, algo raro había en aquel sonido y creyó lo peor. Sospechó que podría tratarse de un bebé y fue por socorro.
Desesperada, Keevy comenzó a pedir ayuda a los conductores de los pocos automóviles que pasaban por el lugar aquella mañana. Uno se detuvo al ver el gesto de dramatismo que componía el rostro de la mujer. Cornie Viljoen coincidió con ella en que se trataba del llanto de un niño. El hombre tomó una barreta de hierro del maletero de su vehículo, hizo palanca sobre la tapa de concreto del drenaje y se horrorizaron: allí estaba el recién nacido, sobreviviendo.
Viljoen se dio cuenta que el lugar estaba colonizado por hormigas rojas. Potencialmente mortales para la bebé. Estaban muy cerca del pequeño, en un desnivel. Ingresó y con gran dificultad, logró salir del lugar con ella. Antes, sospechando que se trataba de un intento de homicidio, tomó una fotografía de la escena con su teléfono móvil para documentar el momento. "Al alzarlo, supe que necesitaba urgente atención médica", relató ayer el hombre a medios locales.
A los pocos minutos, un equipo de médicos estaba atendiendo a la niña en el lugar del abandono. De inmediato fue llevada de urgencia al Hospital Dora Nginza.
Priscilla Naidu, vocera de la policía, dijo que la única manera en que un bebé esté en ese lugar, era por medio de la acción de un adulto que hubiera sacado la tapa de cemento que recubría el drenaje y lo colocara allí. "Hay una posibilidad de que la persona que hizo esto sea de otro lugar y depositara a la pequeña allí. Estabamos buscando testigos y a la madre de la bebé para que lo busque", dijo.
"Honestamente, creo que estaba destinada a encontrar a ese bebé por Dios, ya que generalmente tomo una ruta diferente en mi caminata con mi perro, pero por alguna razón fui por otro camino. No puedo evitar sentir que hay algún tipo de plan y propósito para la vida de esas niñas pequeñas: es un milagro sin lugar a dudas", contó Keevy.
Viljoen contó que la bebé esta bien, aunque con algunas infecciones que padeció en el lugar producto de la desatención. Pero cada hora que pasa está más sana y fuerte. Fue encontrada al borde de la hipotermia, pero consiguió sobrevivir, de acuerdo al diario inglés Daily Mail.
Ahora, la beba -batizada Grace April- quedó bajo la protección de la Unidad de Protección de la Niñez, Crímenes Sexuales y Violencia Familiar de la Policía de Sudáfrica que está tratando de dar con el paradero de su madre. Keevy tuvo una conclusión final sobre el destino de la bebé: "Espero que si la madre no aparece, que Grace April encuentre a una familia que la ame y que deje su huella en este mundo".
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