Representantes de los gobiernos de las dos Coreas se reunieron este sábado una reunión para acordar el establecimiento de una línea telefónica directa entre el presidente surcoreano, Moon Jae-in, y el líder norcoreano, Kim Jong-un, a pocas semanas de la histórica cumbre que mantendrán el 27 de abril.
La reunión, que se celebró en la militarizada frontera entre los dos países (al igual que la propia cumbre del 27), duró casi horas y se limitó a aspectos técnicos, según explicó un portavoz de la Oficina Presidencial surcoreana, que añadió que los dos países celebrarán otra reunión la próxima semana para cerrar el tema.
Seúl y Pyongyang ya mantuvieron otra reunión de trabajo el pasado jueves sobre protocolos y medidas de seguridad durante la cumbre en la que Kim Jong-un se ha ofrecido a tratar la posibilidad de poner fin al programa nuclear norcoreano, pero acordaron no revelar ninguno de los contenidos específicos que se trataron.
De cara a la primera cumbre intercoreana de la historia, celebrada en Pyongyang en 2000 entre el líder norcoreano Kim Jong-il (padre de Kim Jong-un) y el presidente sureño Kim Dae-jung, las dos Coreas ya habían establecido un "teléfono rojo" que les permitía a ambos gobiernos mantener abierta un comunicación directa entre los despachos de ambos jefes de Estado.
La línea se mantuvo activa ininterrumpidamente hasta 2008, cuando se suspendió tras la llegada al poder en Seúl del conservador Lee Myung-bak.
Pyongyang ha decidido salir este año del aislamiento diplomático tras casi una década de pésimas relaciones con los Gobiernos conservadores del Sur y un 2017 especialmente marcado por las prueba de armas del régimen y sus cruces de amenazas con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Esto ha permitido un importante intercambio de emisarios entre los dos vecinos, técnicamente aun en guerra, que ha deparado a su vez la convocatoria de dos históricas cumbres.
La de abril será la primera reunión intercoreana de líderes desde 2007, mientras que en mayo, aún sin fecha ni lugar concreto, Kim se ha comprometido a reunirse con el presidente estadounidense, Donald Trump.
Esta será la primera vez en la historia en que mandatarios de Corea del Norte y Estados Unidos se reúnen tras siete décadas de confrontación y 25 años de negociaciones fallidas y tensiones en torno al programa nuclear de Pyongyang.
Con información de EFE
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