Los documentos que muestran cómo era vivir bajo el brutal dominio del Estado Islámico

Periodistas del New York Times recuperaron un extenso número de archivos que ilustran la vida bajo el "Estado" que los extremistas sunitas intentaron montar en Mosul durante tres años de sanguinaria ocupación. Desde normas de vestimenta y testamentos de atacantes suicidas hasta certificados de nacimiento y órdenes de arresto contra niños por reírse

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El Estado Islámico ocupó Mosul durante tres años en los que impuso su brutal mandato (AP)
El Estado Islámico ocupó Mosul durante tres años en los que impuso su brutal mandato (AP)

Órdenes de arresto para niños, testamentos de atacantes suicidas y manuales de vestimenta para mujeres y hombres, además de pruebas de la burocracia yihadista como patentes de autos, contratos de alquiler y certificados de nacimiento. Estos son algunos de los documentos hallados en la ciudad de Mosul tras la derrota del grupo terrorista Estado Islámico (ISIS, en inglés) y publicados el miércoles por The New York Times.

Los papeles fueron recolectados por los periodistas Rukmini Callimachi y Tony Cenicola en cinco viajes a la segunda ciudad más grande de Irak, que estuvo bajo poder del ISIS durante tres años y que fue luego liberada en julio de 2017 por el ejército iraquí, apoyado por la coalición que lideran los Estados Unidos.

Orden de arresto de Ibrahim Muhammad Jhalil, de 14 años, por “reírse durante el rezo” (Tony Cenicola/Rukmini Callimachi/Andrew Rossback-The New York Times)
Orden de arresto de Ibrahim Muhammad Jhalil, de 14 años, por “reírse durante el rezo” (Tony Cenicola/Rukmini Callimachi/Andrew Rossback-The New York Times)

A poco de capturar la ciudad, en junio de 2014, los yihadistas se movilizaron rápidamente para reactivar los servicios y la administración pública. Llamaron a los funcionarios de todos los niveles a que volvieran a sus puestos, bajo amenaza de muerte si no lo hacían, para relanzar lo que entonces llamarían su Estado Islámico en Irak y el Levante.

En su época de mayor auge llegó comprender un territorio del tamaño de Gran Bretaña, desperdigado en Irak, Siria, Libia, Nigeria y Filipinas, y con una población de 12 millones de habitantes.

Un permiso de explotación de una granja a nombre de Rabiha Abdullah, utilizado para cobrar impuestos (Tony Cenicola/Rukmini Callimachi/Andrew Rossback-The New York Times)
Un permiso de explotación de una granja a nombre de Rabiha Abdullah, utilizado para cobrar impuestos (Tony Cenicola/Rukmini Callimachi/Andrew Rossback-The New York Times)

Con cerca de un millón de habitantes, número que fluctuó mucho por las diferentes batallas que arrasaron sus barrios, Mosul fue la ciudad más grande en poder del ISIS, lugar donde se proclamó su "califato" y de alguna manera capital "de facto" del naciente Estado.

Los terroristas ya perdieron casi todo el territorio, con excepción de algunos pedazos de desierto en Siria y algunas fracciones en Libia y Nigeria, y la inmensa mayoría de los pobladores fueron liberados.

“La santidad de la vestimenta masculina”, panfleto que llama a los hombres a descubrir la parte inferior de las piernas (Tony Cenicola/Rukmini Callimachi/Andrew Rossback-The New York Times)
“La santidad de la vestimenta masculina”, panfleto que llama a los hombres a descubrir la parte inferior de las piernas (Tony Cenicola/Rukmini Callimachi/Andrew Rossback-The New York Times)

Pero los documentos hallados en los cajones de escritorios en la oficinas del Gobierno en Mosul muestran los intentos del ISIS de crear un Estado con una burocracia propia y adaptada a sus ideas extremistas.

Por ejemplo, la detallada ficha de arresto de tres niños de 14 años acusados de jugar y reír durante el momento del rezo y puestos a disposición de la policía religiosa islámica. La razón del arresto: "Para propagar la virtud y prevenir el vicio".

Compromisos que debían firmar quienes ofendían reglas como la de mantener la barba, y por los cuales aceptaban ser castigados por la policía (Tony Cenicola/Rukmini Callimachi/Andrew Rossback-The New York Times)
Compromisos que debían firmar quienes ofendían reglas como la de mantener la barba, y por los cuales aceptaban ser castigados por la policía (Tony Cenicola/Rukmini Callimachi/Andrew Rossback-The New York Times)

Un panfleto en cambio se explaya sobre "la santidad de la vestimenta masculina", diagnosticando que "la plaga de los musulmanes de hoy es que los hombres se visten con demasiada ropa y las mujeres con demasiada poca".

A continuación, detalla hasta dónde deben llegar los pantalones de los hombres, exponiendo la parte inferior de los pies de acuerdo con las enseñanzas del profeta Mahoma.

El ISIS también expedía patentes de autos y licencias de conducir (Tony Cenicola/Rukmini Callimachi/Andrew Rossback-The New York Times)
El ISIS también expedía patentes de autos y licencias de conducir (Tony Cenicola/Rukmini Callimachi/Andrew Rossback-The New York Times)

Otro documento ligado a la policía religiosa consiste en un compromiso firmado por los habitantes para cumplir las leyes o aceptar castigos si no fuera así. "Quien aquí firma se compromete a no cortar o emparejar su barba de nuevo. Si lo hago, me pongo a disposición para cualquier castigo que las autoridades tomen contra mí", dice uno de estos textos.

También se recuperó el testamento de Tariq al Bozaidy al Alami, un hombre que se ofreció voluntario para un ataque suicida. Allí instruye a las autoridades del ISIS a pagar una deuda de 600 dólares que el hombre mantenía con una familia de Marruecos, ya que el grupo terrorista considera que no se puede ingresar al cielo con deudas terrenales.

El testamento de Taqir al Bozaidy Al Alami, un atacante suicida que instruye al ISIS a pagar sus deudas terrenales para entrar al Cielo (Tony Cenicola/Rukmini Callimachi/Andrew Rossback-The New York Times)
El testamento de Taqir al Bozaidy Al Alami, un atacante suicida que instruye al ISIS a pagar sus deudas terrenales para entrar al Cielo (Tony Cenicola/Rukmini Callimachi/Andrew Rossback-The New York Times)

Además de esta documentación sobre los aspectos más chocantes del dominio del grupo sunita, también se recuperaron evidencias del control burocrático diario que hacían los terroristas con papeles debidamente membretados con la bandera del grupo yihadista.

Por ejemplo, contratos de alquiler de una locación que destacan el compromiso del inquilino de mantener la limpieza y las condiciones del inmueble. Así como certificados de expropiación de propiedades poseídas por chiitas, musulmanes considerados herejes por el ISIS.

Contrato de alquiler de una granja a nombre de Ghanim Khalaf. La propiedad pertenecía a una familia chiita, y el ISIS, sunita, la expropió para poder alquilarla (Tony Cenicola/Rukmini Callimachi/Andrew Rossback)
Contrato de alquiler de una granja a nombre de Ghanim Khalaf. La propiedad pertenecía a una familia chiita, y el ISIS, sunita, la expropió para poder alquilarla (Tony Cenicola/Rukmini Callimachi/Andrew Rossback)

O el certificado de nacimiento de Shehed, una niña nacida en la provincia de Al Jazeera el 26 de agosto de 2016.

También hay numerosos registros del complicado sistema de recolección de impuestos del ISIS, que afectaba a todas las áreas de la economía y se pagaba, en el caso de las cosechas, muchas veces por adelantado.

Un manual para aprender inglés destinado a los niños (Tony Cenicola/Rukmini Callimachi/Andrew Rossback-The New York Times)
Un manual para aprender inglés destinado a los niños (Tony Cenicola/Rukmini Callimachi/Andrew Rossback-The New York Times)

Entre todo esto también se halló un manual para el aprendizaje del inglés destinado a los niños. En sus páginas y para ejemplificar los ejercicios abundan las referencias a mártires, francotiradores, fusiles y ejércitos.

Y para representar a una mujer, basta con la mancha negra y sin forma de una burka, un tipo de vestimenta islámica que cubre por completo el cuerpo.

El certificado de nacimiento de una niña en agosto de 2016 (Tony Cenicola/Rukmini Callimachi/Andrew Rossback-The New York Times)
El certificado de nacimiento de una niña en agosto de 2016 (Tony Cenicola/Rukmini Callimachi/Andrew Rossback-The New York Times)

Cuando en julio de 2017 los últimos barrios en poder del ISIS fueron liberados, el gobierno de Irak retomó el control político y administrativo de la ciudad.

Irónicamente, este período estuvo marcado por el caos y las fallas recurrentes en la provisión de electricidad, agua y la recolección de residuos, las consecuencias del desmoronamiento del "Estado" que los yihadistas habían montado sobre el extremismo, la tortura y el asesinato.

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