El escándalo mediático de la celebración de la Pascua de 2018 será un hito que la familia real española querrá borrar de su memoria tan rápido como se pueda. Y a juzgar por la decisión de los medios estatales del país europeo, la idea ya se puso en práctica.
Es que mientras todos los medios audiovisuales repetían las imágenes en las que la reina Letizia bloquea a doña Sofía y sus nietas posando frente a los fotógrafos y camarógrafos que pugnaban por retratarlos, la TVE ignoró el hecho. Tanto en sus noticieros como en sus contenidos digitales.
Según el sitio HuffPost en español, la consulta ante los responsables de esos contenidos tuvo como respuesta que fue "una decisión editorial". En otras palabras, una infructuosa censura a las imágenes -inocultables en esta era- de las que todo el país hablaba.
La estrategia, además, no hace más que resaltar la gravedad del incidente y la historia de desencuentros que lo ha originado. Es que hace años que la familia real española vive un sordo conflicto interno que sus mujeres han hecho público de modo tan particular en estas Pascuas.
Las diferencias entre doña Sofía, reina emérita, y Letizia, actual poseedora de la corona como esposa del rey Felipe VI, vienen desde hace años. Entre las mayores discordias se encuentra la renuencia de Letizia a fotografiarse con la familia de Iñaki Urdangarin -esposo de la infanta Cristina, condenado por corrupción-, a pesar de los ruegos de la antigua reina por mantener la imagen de "familia unida".
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