La aplicación de citas Grindr, una herramienta que 3,6 millones de personas usan a diario en el mundo, destinada al público gay, comparte con dos compañías la información sobre el estatus de HIV de sus usuarios. La denuncia parte de un estudio que realizó Antoine Pultier, investigador de la fundación noruega SINTEF, y verificó BuzzFeed.
Dado que los datos que señalan que una persona es o no portadora del virus de la inmunodeficiencia humana se envía "junto con los datos de ubicación por GPS, el teléfono y el correo electrónico, podría identificar a usuarios específicos", señaló la publicación.
El análisis de SINTEF mostró que, a diferencia del estatus de HIV, esos datos y otros (la subcultura gay con que se identifica el usuario, su estatus de relación y su etnia, por ejemplo) se envían sin encriptación a varias empresas con fines publicitarios.
"Esto le permite a cualquiera que opere la red o que pueda monitorear la red —como un hacker o un criminal con un mínimo conocimiento técnico, o el proveedor de internet o el gobierno— ver la ubicación de alguien", advirtió Cooper Quintin, investigador de Electronic Frontier Foundation. "Cuando se combina eso con una app como Grindr, que apunta primariamente a personas que pueden estar en peligro —en especial según el país donde viven o según cuán homofóbica es la población local—, da una práctica especialmente mala que puede poner en riesgo la seguridad del usuario", dijo a BuzzFeed.
Las dos empresas con las que Grindr comparte esa información, Apptimize y Localytics, se ocupan de optimizar aplicaciones. "El estatus de HIV está vinculado a toda la demás información. Ese es el punto principal", observó Pultier. "Creo que es la incompetencia de algunos desarrolladores, que simplemente envían todo, incluido el estatus de HIV".
Grindr dijo a los autores del artículo, Sri Ray y Azeen Ghorayshi, que las dos compañías que reciben esa información sensible están contratadas por la app: "Pagamos a estos proveedores de software para utilizar sus servicios", declaró en un comunicado para BuzzFeed el director de tecnología de la herramienta de citas, Scott Chen. "Miles de empresas usan estas plataformas valoradas. Son prácticas estándar en el ecosistema de aplicaciones móviles". Enfatizó: "La información de los usuarios de Grindr no se vende a terceras personas".
Sin embargo, al multiplicar los lugares donde se hallan esos datos privados, se crea el peligro para los usuarios, que puede afectar también sus empleos o sus familias: "Si alguien con mala intención quisiera conseguir esa información, ahora en lugar de haber un lugar para hacerlo —que es Grindr—, hay tres lugares donde potencialmente se la puede hacer pública", agregó Quintin.
En pleno escándalo por la malversación de datos personales de 50 millones de usuarios de Facebook, la denuncia sobre Grindr reaviva la discusión sobre el consentimiento al uso de datos que dan los usuarios, dado que en general no entienden lo que están haciendo y difícilmente se pueda considerar entonces que dan su permiso con comprensión cabal de sus actos.
"Recuerde que si usted elige incluir información en su perfil, y hace su perfil público, esa información también será pública", dice la política de privacidad de Grindr. El usuario promedio comprende que su permiso se limita a la identificación en su perfil, es decir que si alguien lo busca podría ver eso. Compartir la información, unida a otros datos, con otras empresas o personas es una práctica distinta que deja un dato sensible, como el estatus de HIV de una persona, potencialmente al descubierto para —por ejemplo— alguien con intención criminal que llegue a esa persona mediante una búsqueda general que incluya el estatus de HIV.
"Lo que la ley considera consentimiento informado es en casi todas las instancias consentimiento no informado", señaló Ben Wizner, director del Proyecto sobre Expresión, Privacidad y Tecnología de la Asociación por los Derechos Civiles (ACLU). "Espero que el lado bueno de esto será que los usuarios y los ciudadanos comprenderán que hay enormes vacíos legales en el régimen de privacidad y que la información personal se compra y se vende libremente en el mercado global".
La noticia causó también decepción. "Grindr es un lugar relativamente singular para ser sincero sobre el estatus de HIV", indicó James Krellenstein, miembro del grupo de apoyo a las persons con HIV, Act Up, de Nueva York. "En consecuencia, que esos datos se compartan con terceras personas sobre las que uno no fue explícitamente notificado, y que esa posibilidad amenace la salud o la seguridad de uno, es una ruptura extremadamente indignante de los estándares básicos, y no lo esperaríamos de una empresa que suele promocionarse como defensora de la comunidad queer".
En Grindr un usuario puede elegir identificar o no su estatus de HIV, y si prefiere hacerlo puede elegir enter una variedad de opciones: positivo, positivo y en tratamiento, negativo o negativo y con profilaxis pre-exposición (PrEP, la medicación diaria que se ha probado eficaz para prevenir el contagio).
La aplicación, creada en 2009, se promociona como sitio de citas y cultura gay. En diciembre lanzó una revista en línea dedicada a la comunidad queer. Ofrece avisos gratuitos para los lugares donde realizan exámenes de HIV y una herramienta opcional que recuerda a los usuarios que se hagan el análisis cada tres a seis meses.
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