Mientras Washington y Pyongyang se preparan para una reunión histórica de sus líderes pautada para mayo, avanzan en Estados Unidos las dudas sobre cuán efectivo puede ser este encuentro en términos de reducción de tensiones y desnuclearización de la península coreana.
No se trata simplemente de que el líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, acepte congelar su programa de desarrollo de armas nucleares o incluso ceda más y desista de las ojivas que ya tiene.
Como reporta el periódico The New York Times, el presidente estadounidense, Donald Trump, también debe lograr que Pyongyang desmantele o limite sus fábricas, reactores y las instalaciones para enriquecer uranio o producir plutonio, que constituyen la base de cualquier programa nuclear.
Imágenes satelitales distribuidos por la publicación especializada Jane's Intelligence Review sugieren, sin embargo, que el régimen norcoreano está por el contrario expandiendo su base productiva en este sentido.
Una de estas fotos tomada en febrero muestra al reactor nuclear en Yongbyon, que según analistas estaría entrando en funcionamiento en estos momentos tras años de construcción.
Pyongyang insiste en que el reactor apunta a proveer energía eléctrica para uso civil. Pero como subproducto, esta nueva instalación puede también fabricar plutonio, uno de los elementos más utilizados en armas nucleares.
Por esta razón, aún si su uso civil fuera cierto también cumple con un rol en la red de abastecimiento del programa nuclear militar.
El último año el mundo fue testigo de los reiterados ensayos de misiles balísticos capaces de llevar ojivas nucleares por parte de Corea del Norte.
Pero a pesar de la espectacularidad de los anuncios y el miedo que esto ha provocado en islas estadounidenses amenazadas como Guam y Hawaii, la mayoría de los ensayos terminó en fracaso y aún no hay evidencias de que las ojivas norcoreanas puedan sobrevivir al lanzamiento del misil, su llegada al espacio y su reingreso en la atmósfera.
Por el contrario, la mayoría de los expertos está de acuerdo en que el régimen ya dominó el arte de producir plutonio y armas nucleares poco sofisticadas pero aún así efectivas, que sin duda podrían usarse en un guerra contra Corea del Sur y las tropas estadounidenses apostadas allí.
De esta manera, las negociaciones que se abran con la reunión entre Trump y Kim deberían contemplar este nuevo reactor en Yongbyon si es que se quiere avanzar en una desnuclearización completa, sostiene el New York Times.
La temática trae el recuerdo del polémico acuerdo nuclear celebrado entre las cinco potencias del Consejo de Seguridad de la ONU, junto a Alemania, y el régimen persa en Irán.
Fuertemente criticado por Trump, que prometió derogarlo, el pacto sin embargo ataca específicamente la cuestión del combustible para bombas nucleares, como el plutonio, limitando su producción y monitoreando el manejo de los residuos.
Las similitudes y diferencias entre Irán y Corea del Norte a la hora de celebrar un pacto se han estado discutiendo en Estados Unidos en las últimas semanas y como previa al encuentro, que se da en un clima menos combativo que el del año pasado y luego de que le delegación norcoreana participara de los Juegos Olímpicos de invierno en Corea del Sur.
Aún en el gobierno de Trump, se ha hablado de la necesidad de encarar una negociación similar a la encarada por su predecesor Barack Obama con Irán, pero evitando los errores de entonces en cuanto a los métodos de control y monitoreo y los plazos relativamente cortos del acuerdo.
Pero el reactor en Yongbyon cobrará también importancia si las negociaciones se estancan, y podría convertirse en un blanco militar para Estados Unidos y Corea del Sur, un argumento similar al ya esgrimido por John R. Bolton, el flamante asesor en Seguridad Nacional de Trump.
"La verdad incómoda es que sólo una acción militar como el ataque israelí al reactor del dictador iraquí Saddam Hussein en Osirak en 1981 o la destrucción de un reactor sirio en 2007 puede cumplir con el objetivo que buscamos. El tiempo se nos acaba, pero un ataque aún puede tener éxito", escribió en marzo de 2015 poco antes de la celebración del acuerdo con Irán.
Primeras pruebas
De acuerdo a un informe del Instituto para la Ciencia y la Seguridad Internacional en Washington, la planta nuclear en Yongbyon tiene una capacidad de generar entre 25 y 30 megawatts de electricidad y podría generar hasta 20 kilos plutonio de grado militar al año. Cuatro veces más que lo producido por el otro gran reactor de Corea del Norte, principal abastecedor del programa nuclear norcoreano.
En tanto el Centro de Seguridad y Cooperación Internacional en la Universidad de Stanford señaló que el reactor estaría en este momento su fase de pruebas preliminares, a juzgar por las emisiones de humo que aparecen en las fotos satelitales.
Los investigadores de este centro también notaron un aumento de las actividades en el complejo a finales de 2017 y principios de 2018, lo que podría sugerir que Pyongyang está buscando acelerar el proceso antes del inicio de las negociaciones.
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