Carles Puigdemont pasará al menos una noche en la prisión de Neumünster, luego de ser arrestado por la policía alemana cuando intentaba cruzar el país para llegar a Bélgica.
El líder independentista fue detenido en una autopista en el norte del país, poco después de ingresar a través de la frontera con Dinamarca. Tras estar en una comisaría, fue enviado a Neumünster, en Schleswig-Holstein (al sur de Kiel), según reportaron medios alemanes.
Esta prisión es un edificio con más de un siglo de antigüedad, ya que fue construida entre 1901 y 1905. En el 2004 fue reformada.
Según resumen el portal 20minutos, el establcimiento tiene 571 celdas, la mayoría para presos con condena firme. Además, 22 celdas son para presos con tratamiento psiquiátrico.
La mayoría de los reclusos son de nacionalidad alemana, aunque el 26% son extranjeros de hasta 35 países. Predominan los turcos y personas procedentes de la ex Yugoslavia.
La detención se produjo gracias a la cooperación de los servicios secretos españoles y las fuerzas de seguridad alemanas.
El procedimiento de análisis y eventual ejecución de la euroorden de detención por parte de la Fiscalía alemana puede demorarse entre 15 y hasta 45 días.
El Código Penal alemán recoge delitos muy similares al de rebelión por el que España reclama a Puigdemont y los otros independentistas fugitivos, algo que no ocurría en Bélgica.
La noticia de que el juez del Tribunal Supremo español Pablo Llarena había reactivado la euroorden contra él por rebelión y malversación de fondos, entre otros cargos, fue recibida por Puigdemont el viernes en Helsinki, desde inicialmente donde tenía previsto regresar en avión a Bélgica el sábado.
Ante esa situación, partió la misma noche del viernes en coche desde la capital finlandesa y entró esta mañana en territorio alemán.
(Con información de EFE)
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