El glaciar Totten, cuya superficie equivale a la de Francia, está bajo atenta vigilancia de los científicos: un grupo de investigadores de Programa Antártico Australiano (AAP) advirtió en un comunicado que la superficie de hielo que se desprende y flota es mayor de lo que se creía, una consecuencia del calentamiento global que agrava el peligro del aumento del nivel de los mares.
El experto Ben Galton-Fenzi, director del AAP, dijo que "el glaciar Totten es uno de los que más rápido se mueven entre los grandes de la Antártida, y hasta ahora los científicos creíamos que una parte mayor de él estaba basada en el lecho de roca antártico", según la publicación de la AAP.
La expedición científica utilizó ondas sísmicas artificiales para poder ver a través del hielo. Así se descubrió que un volumen del glaciar mucho más grande de lo que se creía flota en el océano. "En algunos lugares creíamos que estaba anclado, pero detectamos océano debajo, lo que indica que en realidad el glaciar está flotando", explicó Paul Winberry, profesor de Central Washington University, uno de los miembros del equipo, a Phys.org.
Ubicado en el Este del continente, el glaciar gigante se revela ahora con una mayor superficie expuesta en el agua y por lo tanto "más sensible a las variaciones climáticas del futuro", agregó Winberry.
Si se derritiera por completo, el Totten contiene hielo suficiente como para aumentar la altura del agua en tres metros. Desde 2002 la Antártida ha perdido 125 millones de toneladas de hielo por año, según la NASA: como el continente concentra el 62% de las reservas de agua fresca, esto podría causar una desalinización de los mares mundiales, lo cual provocaría la muerte de muchas especies marinas.
"Desde el siglo XX el nivel del mar en el mundo ha aumentado unos 20 centímetros, y para el fin de este siglo se proyecta que aumente hasta un metro o más, pero esto es algo sumamente incierto, por lo cual es importante estudiar glaciares como el Totten", dijo Galton-Fenzi.
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