Al completar por primera vez la secuencia del genoma de la cucaracha americana, los científicos descubrieron por qué el insecto es capaz de sobrevivir a prácticamente cualquier cosa. En comparación con otras especies, la Periplaneta americana tiene una cantidad mayor de familias de genes vinculadas al olfato y el gusto, la capacidad de desintoxicarse y el sistema inmunológico, según un estudio publicado en Nature.
Viven mayormente en las cloacas gracias a sus sistemas muy elaborados olfato y gusto, que les permiten evitar sustancias tóxicas. Gracias a eso, también, eluden el insecticida en las casas de los humanos.
Live Science informó que el nuevo estudio, realizado en la Universidad Normal del Sur de China, mostró que la cucaracha americana tiene el segundo genoma más largo de los insectos de los cuales se han hecho las secuencias hasta el momento, detrás del chapulín migratorio.
Aunque un 60% del genoma de esta cucaracha está hecho de segmentos repetidos, las familias genéticas vinculadas al gusto y el olfato se revelaron como mucho más grandes que las de otros insectos: un individuo de la Periplaneta americana tiene 522 receptores gustativos, apenas 23 menos que otro ser indestructible, la cucaracha germánica.
El grupo de investigadores dirigido por Sheng Li halló también que la americana tiene un equipo de genes superior al promedio para metabolizar sustancias tóxicas, incluidos ingredientes de los insecticidas. Este desarrollo no se debe al control de pestes: dado que viven en medios donde las bacterias producen toxinas, las cucarachas han llegado ya adaptadas a su incomprendida convivencia con los humanos. También tiene un gran aparato de genes dedicados al sistema inmunológico, otra adaptación para sobrevivir en ambientes insalubres.
Esta familia de cucarachas, de color marrón-rojizo y unos 5 centímetros de largo, es originaria de África, pero llegó al continente americano en el siglo XVI.
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