El inventor danés acusado de asesinar a la periodista Kim Wall admitió acuchillarla a bordo de su submarino pero dijo que lo hizo para evitar una acumulación de gas en su cuerpo.
Peter Madsen, conocido por sus diseños de submarinos y por ser el cofundador de la firma Copenhagen Suborbitals, acudió al estrado en la capital danesa el martes y negó nuevamente haber matado a la sueca de 30 años de edad, graduada de la Escuela de Periodismo de Columbia, cuando esta fue a entrevistarlo para un artículo que estaba escribiendo.
El tribunal reprodujo dos videos de la computadora de Madsen, uno animado y otro real, de las decapitaciones que había visto antes del presunto asesinato en agosto pasado. Según los fiscales, el inventor habría visto el video verdadero la noche antes de que Wall desapareciera.
También vieron un clip animado de una mujer desnuda siendo empalada, parte de lo que parecía ser un esfuerzo para establecer un motivo sexual enfermizo detrás del crimen.
Además de homicidio, Madsen también está acusado de agresión sexual y manipulación indecente de un cadáver.
Según el acusado, Wall murió por gases tóxicos que se habrían desprendido luego de lo que calificó como una despresurización, pero admitió el miércoles haber descuartizado su cuerpo en pedazos que luego fueron hallados en el mar.
Aunque el juicio del caso comenzó a principios de marzo, aún no hay una causa oficial de muerte para Wall, lo que según varios expertos en derecho penal, hace que el caso no sea fácil de juzgar.
Los fiscales señalaron que la periodista tenía "varias" puñaladas en la cabeza, un hecho que Madsen no negó, aunque dijo que fueron perpetradas cuando su cabeza ya estaba en una bolsa de plástico.
No obstante, los acusadores dijeron que solo había dos agujeros en la bolsa, según reportó Sky News.
De acuerdo a AFP, el presunto asesino dijo que acuchilló a Wall para sacar gases de su cadáver que prevenían que su cuerpo se hundiera en el agua y desapareciera.
"Perforé ciertas partes de su cuerpo porque no quería que se inflaran con gas", dijo, añadiendo que "no había nada erótico en esos golpes".
Al comienzo de su juicio, el danés dijo que mintió sobre la causa de muerte de la periodista para proteger a su familia de los verdaderos detalles detrás del siniestro. En esa oportunidad, dijo que murió tras ser impactada por una escotilla del submarino.
De ser declarado culpable, el inventor podría enfrentar cadena perpetua, que en Dinamarca se traduce a 16 años de prisión.
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