(60 minutes – CBS)
El príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman, aseguró que Irán "no es un rival" de la monarquía de su padre, el rey Salman Bin Abdulaziz, durante una entrevista para la cadena estadounidense emitida el domingo por la cadena CBS, pero recalcó su "rol dañino" en la región y volvió a comparar al líder supremo Ali Khamenei con Adolf Hitler.
"Su ejército no está entre los cinco más poderosos del mundo musulmán. La economía saudita es más grande que la iraní", consideró el también ministro de Defensa del reino sunita. "Irán está lejos de ser un par de Arabia Saudita", agregó.
El príncipe participó del programa 60 minutes, donde fue entrevistado por la periodista Norah O'Donnell, y se refirió también al rol que el régimen teocrático iraní tiene en la guerra civil en Yemen.
Khamenei quiere crear su propio proyecto en el Medio Oriente, muy a la manera de Hitler que en su momento buscaba expandirse. Muchos países alrededor del mundo y en Europa no se dieron cuenta de lo peligroso que era Hitler hasta que pasó lo que pasó
La entrevista se emitió dos días antes de que el heredero al trono en Riad visite los Estados Unidos y se entreviste con el presidente Donald Trump, una reunión pautada para el martes y en la que se espera que discutan la política en conjunto frente a Teherán.
"La ideología iraní penetró en algunas partes de Yemen. En ese tiempo estas milicias [los hutíes] estaban realizando maniobras en nuestra frontera y posicionando misiles", explicó.
En los últimos meses un gran número de misiles balísticos presuntamente fabricados en Irán fueron lanzados contra Arabia Saudita, cuyas fuerzas armadas habrían logrado interceptarlos a todos evitando daños.
Al mismo tiempo, Riad lidera una coalición árabe en apoyo del presidente yemení Abdrabbuh Mansur Hadi, en lucha contra los hutíes, que ha sido acusada de lanzar bombardeos mortíferos sobre la población yemení.
"Desafortunadamente, Irán está teniendo un rol dañino. El régimen se basa en ideología pura", consideró Salman. "Muchos agentes de Al Qaeda están protegidos por Irán y ellos se rehúsan a entregarlos a la justicia y extraditarlos a Estados Unidos. Esto incluye al hijo de Osama Bin Laden, nuevo líder de Al Qaeda, quien vive en Irán y recibe apoyo del régimen", agregó.
Un fragmento de la entrevista al príncipe heredero ya se había adelantado el jueves. En ese momento se conocieron las intenciones de Arabia Saudita de obtener armas nucleares si Irán lo hacía primero.
"Arabia Saudita no quiere conseguir armas nucleares. Pero sin duda si Irán desarrolla una bomba nuclear, haremos lo mismo lo antes posible", dijo.
El joven príncipe, considerado un posible modernizador del reino cuando finalmente suceda a su padre pero también un "halcón" dispuesto a aumentar las presiones sobre Irán, aprovechó además para volver a comparar al ayatolá Ali Khamenei, máximo líder de Irán, con el dictador alemán Adolf Hitler.
"[Khamenei] quiere crear su propio proyecto en el Medio Oriente, muy a la manera de Hitler que en su momento buscaba expandirse", comparó. "Muchos países alrededor del mundo y en Europa no se dieron cuenta de lo peligroso que era Hitler hasta que pasó lo que pasó. No quiero que suceda lo mismo en el Medio Oriente", agregó.
El rol de las mujeres
Arabia Saudita se afirma sobre una interpretación ultraconservadora del islam sunita, el wahabismo, que comenzó a dominar la vida pública del país a partir de 1979.
Esto se manifiesta quizás con más fuerza en el rol que cumplen las mujeres en la sociedad, donde se encuentran atadas a sus parientes masculinos, padres y luego esposos, y necesitan de su autorización para numerosas cuestiones, como viajar o realizarse determinados procedimientos quirúrgicos.
"Actualmente, las mujeres sauditas no han recibido aún todos sus derechos", concedió el príncipe, visto como un posible defensor del avance de las mujeres en la sociedad saudita y ya logró que se les permita manejar.
"Hay incluso derechos estipulados en el Islam que aún no tienen. Hemos avanzado un largo camino y falta un poco más", agregó.
Salman fue más allá, para los estándares sauditas, y señaló que los hombres y las mujeres deberían estar en un grado de igualdad ante la ley. "Absolutamente, todos somos seres humanos y no hay diferencia", indicó.
"Soy una persona rica, no soy pobre"
El príncipe heredero está detrás de un operativo masivo anticorrupción por el cual ya fueron arrestados 380 miembros de la familia real, empresarios y ex ministros.
Además, promueve una serie de aumentos impositivos sobre las élites en un país con enormes ingresos petroleros y busca también impulsar la responsabilidad fiscal en el reino.
Pero ha recibido críticas por mantener, al mismo tiempo, un estilo de vida lleno de lujos y privilegios. Recientemente, Salman compró un yate de 500 millones de dólares, un castillo francés valuado en USD 300 millones e incluso se hizo de una pintura de Leonardo Da Vinci por la que pagó 450 millones de dólares.
"Mi vida personal es privada. Si algunos periódicos quieren publicar ciertas cosas, depende de ellos", dijo en la entrevista. "Soy una persona rica, no soy pobre. No soy Ghandi ni Mandela", agregó.
Salman también recordó que es el príncipe heredero de una familia "que ha existido desde hace cientos de años y que es anterior a Arabia Saudita".
"Poseemos grandes extensiones de tierra. Pero lo que yo hago es gastar el 51% de mis ingresos en caridad, y el 49% en mí mismo", concluyó.
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