El campeón ruso de ajedrez y activista de los Derechos Humanos, Garry Kasparov, volvió este domingo a criticar con dureza al presidente Vladimir Putin en medio de los comicios en los que se espera que sea reelegido para un cuarto mandato tras haber vetado a la oposición.
"Putin se esforzó más en la elección en la que ganó Donald Trump que en la suya", dijo Kasparov en el programa This Week de la cadena estadounidense ABC, en referencia a las acusaciones de interferencia rusa en la votación de 2016.
"Putin sigue desafiando a Occidente. De hecho, ha estado envenenando y asesinando a disidentes, desertores y ex agentes que encontraron asilo fuera del país, como Likvinenko, y no pasa nada", explicó en el programa dirigido por George Stephanopolous.
"Incluso tuvo éxito en poner a Trump en la Casa Blanca. Si creen que la interferencia en las elecciones estadounidenses estuvo mal, imaginen cómo es en Rusia", agregó el opositor, considerando también que las sanciones contra Rusia impuesta hasta el momento son "poca cosa".
"Ahora por primera vez escuchamos palabras fuertes del Reino Unido. Espero que veamos acciones, porque no se olviden que los informes señalan que 14.000 millones de libras esterlinas de oligarcas rusos fueron lavados en Inglaterra", dijo.
Para Kasparov el presidente ruso se ha quedado sin enemigos internos tras 18 años en el poder y necesita buscarlos afuera para justificar su "eternización" en el poder.
El también director de la Human Rights Foundation también volvió a decir que el proceso electoral es una "farsa" y a pedir que Putin sea llamado "dictador", como había hecho días antes en el artículo "La verdad sobre Putin" publicado en The Weekly Standard.
Kasparov consideró que lo único importante en las elecciones es ver cuán escasa es la participación y su efecto en la legitimidad. "No sólo es una cuestión de apatía, ya que muchas personas están atemorizadas de presentarse y demostrar que desaprueban las políticas de Putin", consideró.
El ajedrecista devenido en opositor, quien vive ahora en la ciudad de Nueva York, era muy cercano al político opositor Boris Nemtsov, asesinado en 2015, y mantiene un vínculo con Alexei Navalny, el único político ruso con peso para enfrentarse a Putin y que fue inhabilitado para participar de estas elecciones.
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