Angela Merkel fue investida este miércoles canciller de Alemania para un cuarto mandato consecutivo con el voto de la mayoría absoluta del Bundestag, tras alcanzar un acuerdo entre conservadores y socialdemócratas para volver a formar una gran coalición y poner fin a cinco meses de estancamiento en la elección de un nuevo gobierno.
De los 688 votos válidos en el parlamento, 364 diputados se expresaron a favor de su reelección en la votación secreta, nueve más de la mayoría necesaria pero 35 menos de la mayoría teórica de 399 diputados conservadores y socialdemócratas.
Tras la elección Merkel se movilizó al palacio Bellevue en Berlín para ser jurada en el cargo por el presidente alemán Frank-Walter Steinmeier.
Merkel se convierte de esta manera en la tercera canciller que más tiempo estuvo en el cargo en la historia de la República Federal de Alemania, después de Helmut Kohl, arquitecto de la reunificación alemana (16 años en el poder), y Konrad Adenauer, primer canciller en el nuevo gobierno de posguerra en 1949 (14 años).
Cuando la actual canciller haya cumplido en 2021 su mandato estipulado de 16 años, habrá alcanzado a Kohl en los más alto de la política alemana.
La investidura pone fin a cinco meses de incertidumbre tras las elecciones federales realizadas el 24 de septiembre de 2017 que vieron una fuerte caída en el apoyo al partido socialdemócrata (SPD), entonces aliado de la Unión Demócrata Cristiana (CDU) de Merkel, y un ascenso histórico de la ultraderecha de Alternativa para Alemania (AfD).
Como consecuencia, el SPD rompió la gran coalición (GroKo, en alemán) y la CDU quedó en minoría a la búsqueda de nuevos aliados para formar gobierno.
No lo consiguió, y ante la crisis política el SPD atravesó un proceso interno de debate y votación por el cual finalmente aceptó volver a formar una nueva GroKo con la CDU, y su variante regional bávara de la Unión Social Cristiana (CSU), para poner fin a la crisis.
Pero facciones internas dentro de los socialdemócratas presentaron una fuerte oposición a recrear la alianza, y en consecuencia 35 de sus diputados no acompañaron la votación este miércoles.
Merkel, de 63 años, se enfrenta de esta manera a una delicada situación de cara a su cuarto mandato, que estaría marcado por una agenda de reforma de la Unión Europea, control del flujo de inmigrantes y consolidación de la región frente a las amenazas de una guerra comercial con Estados Unidos.
La canciller deberá maniobrar con el apoyo de una coalición frágil y frente al crecimiento de la ultraderecha, que parece sumar votantes con cada traspié de los dos grandes partidos. De hecho, tras obtener poco menos del 13% en las elecciones de septiembre, el AfD subió al 15% en intenciones de voto mientras la CDU y el SPD negociaban su nueva alianza, según una encuesta de INSA.
Los principales periódicos alemanes se hicieron eco de esta situación tras conocerse la noticia. El tabloide nacional BILD tituló "Merkel, la cuarta" y destacó que solo se habían obtenido nueve votos más que la mayoría y que los socialdemócratas no aplaudieron la investidura, en un voto "apagado".
Mientras que el tradicional y conservador Die Zeit apenas señaló: "Angela Merkel fue elegida Canciller Federal" y destacó luego el voto disidente de 35 miembros de la gran coalición.
El berlinés Der Taggespiegel también hizo hincapié en los escasos números: "364 votos a favor: Angela Merkel será canciller por cuarta vez".
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