Stephen Hawking murió en su casa de Cambridge, Inglaterra, en las primeras horas de hoy miércoles 14 de marzo de 2018 a los 76 años. Nacido en 1942, el astrofísico británico había sido diagnosticado con Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) a los 21 años.
Entonces, los médicos fueron contundentes: le pronosticaron dos años más de vida. Sin embargo, fue una de las pocas personas en la historia que logró sobrevivir la terrible enfermedad tantos años. Él decía tener un secreto para semejante récord: su intenso trabajo intelectual y su sentido del humor.
En un documental emitido en 2013, Hawking fue claro respecto a su modo de enfrentar la ELA. "Mantener una mente activa ha sido vital para mi supervivencia, así como mantener el sentido del humor. Probablemente yo sea más conocido por mis apariciones en The Big Bang Theory o en Los Simpsons que por mis descubrimientos científicos", había dicho el astrofísico.
La ciencia se maravilló con su caso, no sólo con su enorme coeficiente intelectual, que conservó a pesar de la enfermedad. "Lo que sucedió con él es asombroso. Es, sin dudas, un caso aislado", indicó Leo McCluskey, director médico del Centro de ELA de la Universidad de Pennsylvannia.
"A los 21 años, mis expectativas estaban reducidas a cero. Era importante que llegara a apreciar lo que tenía… también es importante no enojarse, no importa cuán difícil sea la vida, porque puedes perder toda la esperanza si no puedes reírte de tú mismo y de la vida en general", dijo Hawking en enero de 2016 durante una entrevista.
Constantemente, Hawking hacía referencia a su enfermedad. Y la tomaba con naturalidad. "No puedes permitirte estar discapacitado en espíritu a la vez que físicamente", dijo en una ocasión.
Su ELA -y su intelecto- le permitió además filosofar sobre la vida en general y sobre los grandes interrogantes morales que suceden a diario: "La víctima debería tener derecho a terminar su vida, si así lo desea. Pero creo que sería un gran error. Por mala que la vida parezca, siempre hay algo que uno puede hacer y lograr. Cuando hay vida, hay esperanza", expresó respecto a la eutanasia.
Uno de sus más conocidas ironías fue la que realizó en 2009, cuando organizó una fiesta -con champagne y globos incluidos- para el futuro. ¿Los invitados? Aquellos viajeros del tiempo que supieran que él daría una celebración en su casa de Cambridge, la misma en la que murió. Sin embargo, nadie (del futuro) se hizo presente. "Qué lástima. Estaba deseando que una futura Miss Universo pasara por mi puerta", bromeó.
Incluso, Hawking tenía participaciones en diferentes series que hacían que se convirtiera en un popular científico. Sus diálogos con Sheldon Cooper de The Big Bang Theory -una de las siete apariciones que tuvo en la tira- fue célebre. Ídolo absoluto del protagonista, su diálogo fue brevísimo para la expectativa que el personaje había puesto en el encuentro.
– Profesor Hawking, es un honor y un privilegio conocerlo, señor.
– Lo sé.
Su diálogo con Homero Simpson en la Taberna de Moe -a través de dibujos animados, desde luego- también fue célebre.
– Tu teoría sobre un universo con forma de rosquilla es intrigante, Homero. Tal vez tenga que robártela.
– ¡Vaya! No puedo creer que alguien a quien no conozco salga con un sujeto como yo.
De acuerdo con la Asociación de ELA de los Estados Unidos, la mitad de aquellas personas que padecen ELA mueren a los tres años desde su diagnóstico, el 20 por ciento vive cinco años y hasta un 10 por ciento vive más de 10 años. Es por eso que el caso de Hawking es único en el mundo. Convivió con la enfermedad 56 años. Un récord. Él lo atribuía a su sentido del humor.
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