Estados Unidos y China acordaron este viernes mantener las presiones sobre Corea del Norte para que la cumbre entre Donald Trump y Kim Jong Un se realice mientras se dan pasos concretos hacia la desnuclearización de la península coreana.
Trump y el presidente de China, Xi Jinping, mantuvieron el viernes una conversación telefónica para conversar sobre el espectacular anuncio de la reunión con el líder norcoreano, que podría ocurrir a fines de mayo.
En un tuit al final del día, Trump dijo que un posible futuro acuerdo con Pyongyang "está realmente en preparación y sería, de ser alcanzado, muy bueno para el mundo". "Fecha y lugar a determinar", agregó el presidente.
The deal with North Korea is very much in the making and will be, if completed, a very good one for the World. Time and place to be determined.
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) March 10, 2018
Y este sábado, Trump publicó otro tuit sobre ese diálogo: "El presidente chino Xi Jinping y yo hablamos largamente sobre la reunión con Kim Jong-un de Corea del Norte. El presidente Xi me dijo que aprecia que Estados Unidos esté trabajando para resolver el problema diplomáticamente en lugar de ir con la ominosa alternativa. ¡China sigue siendo útil!", afirmó Trump.
Chinese President XI JINPING and I spoke at length about the meeting with KIM JONG UN of North Korea. President XI told me he appreciates that the U.S. is working to solve the problem diplomatically rather than going with the ominous alternative. China continues to be helpful!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) March 10, 2018
Además, remarcó que Corea del Norte no ha realizado una prueba de misiles desde el 28 de noviembre de 2017. "Y ha prometido no hacerlo durante nuestras reuniones. ¡Creo que honrarán ese compromiso!", escribió.
North Korea has not conducted a Missile Test since November 28, 2017 and has promised not to do so through our meetings. I believe they will honor that commitment!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) March 10, 2018
Según la Casa Blanca, en su conversación Trump y Xi Jinping "saludaron la perspectiva de un diálogo entre Estados Unidos y Corea del Norte, y se comprometieron a mantener la presión y las sanciones" hasta que el gobierno de Pyongyang avance hacia una desnuclearización "completa, verificable e irreversible".
Sin embargo, la propia Casa Blanca terminó enviando señales contradictorias.
La portavoz de la presidencia, Sarah Sanders, dijo este viernes que Corea del Norte ya había formulado promesas anteriormente, y sugirió que la realización de la reunión estaría condicionada a pasos previos por parte de Pyongyang.
"No vamos a hacer que la reunión se realice hasta que veamos acciones concretas que se complementen con la retórica de Corea del Norte", dijo Sanders.
La confusa declaración provocó momentos de duda en la Casa Blanca, donde funcionarios se encargaron de asegurar a la prensa que no había habido un cambio de postura del presidente.
Hasta el momento no ha habido reacciones oficiales por parte del gobierno de Corea del Norte.
El presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, comentó que el anuncio de la reunión fue "como un milagro".
En la mañana de este viernes, el vicepresidente Mike Pence había emitido una nota oficial donde aseguró que la estrategia estadounidense de sanciones, amenazas y "presión máxima" abrieron la puerta a la oferta de Kim para dialogar.
Con información de AFP y Reuters
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