Corea del Norte reveló las pretensiones de Kim Jong-un para su reunión con Donald Trump

Alejandro Cao de Benós es el “delegado especial de la República Popular de Corea” en Occidente. En diálogo con Infobae contó la trastienda de la reunión que sorprendió al mundo.  “Gracias a nuestras armas nucleares no tuvieron más remedio que negociar de igual a igual”, afirmó desafiante

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Alejandro Cao de Benós, el vocero occidental de Kim Jong-un
Alejandro Cao de Benós, el vocero occidental de Kim Jong-un

"Kim Jong-un no va a ir a Washington", afirmó tajante Alejandro Cao de Benós. Este español es el  "delegado especial de la República Popular de Corea" en Occidente. Funciona como vocero del régimen y, a tono con Pyongyang, es conocido por sus explosivas declaraciones.

Según reveló en diálogo con Infobae, en Corea del Norte la confirmación de la cumbre -prevista para mayo- era algo que esperaban: "Después del asunto nuclear, tarde o temprano debía haber algún tipo de negociación, porque si no, íbamos a la guerra atómica; pero sí nos sorprendió la rapidez de la aceptación".

El vocero afirma que esta reunión lleva un año de preparación secreta

Anoche se conoció que Kim Jong-un extendió a través de Corea del Sur la invitación a Donald Trump para participar de una reunión cara a cara. "Y él aceptó inmediatamente, lo cual es muy positivo", agregó.

Cuando Infobae lo consultó por las razones de esta invitación y le mencionó las declaraciones del vicepresidente de los EEUU que dijo que era producto del "éxito del aislamiento" impulsado por Trump, Cao de Benós se enojó. "Eso es ridículo, Corea está aislada desde 1948, y desde entonces no han hecho otra cosa que aplicar sanciones y tratar de invadir el país. Lo que ha funcionado son nuestras armas nucleares, gracias a ellas no tienen más remedio que negociar", aseguró.

El presidente estadounidense, Donald Trump, y el dictador supremo norcoreano, Kim Jong-un (Getty / Reuters)
El presidente estadounidense, Donald Trump, y el dictador supremo norcoreano, Kim Jong-un (Getty / Reuters)

El vocero afirma que esta reunión lleva un año de preparación secreta. "No es algo nuevo, y el acercamiento con el Sur ayudó". Para él, el acercamiento entre las dos Coreas "obliga a los EEUU a ser parte de la paz".

Cao de Benós reveló que el encuentro podría realizarse en China o en Rusia

Pyongyang, avisa, llega con pretensiones claras al encuentro.  Aunque se compromete a no realizar más prácticas de misiles balísticos y pruebas nucleares bajo tierra mientras duren las negociaciones, el régimen no admitirá una desnuclearización completa: "Nosotros probablemente aceptemos tener un arsenal nuclear limitado, que garantice nuestra independencia y seguridad; y podemos comprometernos a no desarrollar más armas futuras y a permitir algún tipo de control internacional".

Cao de Benós insistió con que Kim Jong-un no viajará a territorio estadounidense y reveló que el encuentro podría realizarse en China o en Rusia, y adelantó que exigirán más reuniones, "porque todo no puede resolverse de una vez".

Cuando se le pregunta por las posibilidades de que en esas conversaciones se hable de apertura democrática en Corea del Norte, vuelve a molestarse: "Si la apertura democrática significa renunciar a nuestro sistema socialista en el que el pueblo tiene vivienda, educación y sanidad gratis, por supuesto que no. Aquí se cumplen los verdaderos derechos humanos".

—¿Y los campos de trabajo forzado?

—Los campos de trabajo son para criminales comunes. Para violadores y asesinos. Así, en vez de estar en la cárcel consumiendo drogas y aprendiendo a ser más criminales, hacen trabajos para el resto.

—¿No hay persecución política en Corea del Norte?

—No.

Cao de Benós tiene un discurso perfectamente estructurado en el que desmiente todas las acusaciones contra el régimen. Para él, Occidente, la ONU y organizaciones civiles internacionales mienten. Habla siempre de Corea, nunca llama al país "Corea del Norte" y jamás nombra a "Corea del Sur". Para él, Corea es una sola y toda debería estar bajo el dominio de Kim Jong-un.

Aun así, reconoce la importancia de esta cumbre, que califica de "histórica". Es que para él, la reunión reafirma la importancia de Kim Jong-un. "¿Qué presidente llama a Trump y se sienta de igual a igual a una mesa de negociación?", pregunta irónicamente y agrega: "Si insulta a otros líderes como al mexicano (por el presidente Peña Nieto) por el muro, o a los europeos imponiendo aranceles al acero y al aluminio…". E insiste: "Ahora que tenemos estatus nuclear ya no puede invadirnos como Irak o Libia".

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